La idea de que las líneas eléctricas pueden causar cáncer surgió en 1979 con un solo estudio epidemiológico defectuoso que generó un gran revuelo. Los estudios epidemiológicos y en animales posteriores no han logrado encontrar un efecto consistente y significativo. No se ha encontrado ningún mecanismo plausible que vincule las líneas eléctricas y el cáncer.
Publicado en:Quackwatch