Esto es cierto para los nuevos tratamientos en la medicina científica, así como para las panaceas de la medicina tradicional  las prácticas marginales en la "medicina alternativa" y la sanación por curanderos.

Muchos métodos dudosos para tratar enfermedades permanecen en el mercado principalmente porque los clientes satisfechos ofrecen testimonios de su valor curativo. Básicamente, estas personas dicen: "Lo intenté y mejoré, por lo tanto debe ser efectivo". Los medios electrónicos e impresos típicamente presentan los testimonios aislados como evidencia válida; sin embargo, sin una prueba adecuada es difícil o imposible determinar la eficacia de un tratamiento.

Existen al menos siete razones por las cuales las personas pueden concluir erróneamente que una terapia ineficaz funciona:

  1. La enfermedad puede haber seguido su curso natural. Muchas enfermedades son autolimitadas. Si la afección no es crónica o mortal, los propios procesos de recuperación del cuerpo generalmente restablecen la salud del paciente. Por lo tanto, para demostrar que una terapia es efectiva, sus proponentes deben demostrar que el número de pacientes que figuran como mejorados excede al número esperado de pacientes con recuperación sin ningún tratamiento, o bien que se recuperan de manera confiable más rápidamente que sin tratamiento. Sin registros detallados de éxitos y fracasos para un número suficientemente grande de pacientes con la misma dolencia no se puede afirmar legítimamente que un tratamiento ha excedido los criterios publicados de recuperación espontánea o sin ayuda de tratamientos.

  2. Muchas enfermedades son cíclicas. Condiciones tales como la artritis, la esclerosis múltiple, las alergias y algunos problemas gastrointestinales, normalmente tienen "altibajos", es decir, períodos en los cuales se manifiestan con mayor severidad alternados por períodos de menor agudeza en sus síntomas. Generalmente, los pacientes tienden a buscar terapia al inicio de la recesión de síntomas o justo después de experimentar síntomas agudos. De esta manera, un tratamiento falso tendrá oportunidades repetidas para coincidir con la disminución aparente de los síntomas,  que de todos modos hubieran sucedido aún sin tratamiento.

  3. El efecto placebo puede ser responsable. A través de la sugestión, la creencia, la expectativa, la reinterpretación cognitiva y la desviación de la atención, los pacientes que reciben tratamientos biológicamente inútiles, también conocidos como placebo, a menudo experimentan un alivio mensurable. Algunas respuestas de placebo producen cambios reales en la condición física; mientras que otros producen cambios subjetivos que hacen que los pacientes se sientan mejor a pesar de que no hubo un cambio objetivo en la patología subyacente.

  4. Las personas que cubren sus expectativas le dan el crédito equivocado. Si la mejora se produce después de que alguien ha recibido dos tipos de tratamiento, uno "alternativo" y otro basado en la ciencia, el "alternativo" a menudo obtiene una parte desproporcionada del crédito.

  5. El diagnóstico o pronóstico original puede haber sido incorrecto. Los médicos con formación científica no son infalibles. Un diagnóstico erróneo, seguido de un viaje a un santuario o la visita a un sanador "alternativo", puede conducir a un testimonio brillante sobre la cura de una condición que se habría resuelto por sí misma. En otros casos, el diagnóstico puede ser correcto, pero el marco de tiempo, que es intrínsecamente difícil de predecir, podría ser inexacto.

  6. La mejora temporal del estado de ánimo se puede confundir con la cura. Los sanadores alternativos a menudo tienen personalidades fuertes y carismáticas. En la medida en que los pacientes son arrastrados por los aspectos mesiánicos de la "medicina alternativa", puede derivarse un estado de euforia, el cual se confunde con una mejoría o puede enmascarar a la sintomatología asociada a la enfermedad o dolencia.

  7. Las necesidades psicológicas pueden distorsionar lo que las personas perciben y hacen. Incluso cuando no se produce una mejora objetiva, las personas con una fuerte inversión psicológica en la "medicina alternativa" pueden convencerse a sí mismas de que han recibido ayuda. Según la teoría de la disonancia cognitiva, cuando las experiencias contradicen a las actitudes, los sentimientos o el conocimiento existentes en una persona, se produce una sensación de angustia mental. La gente tiende a aliviar esta angustia al reinterpretar, o distorsionar, la información discordante. Si no se produce alivio después de asignar tiempo, dinero y "encarar" un tratamiento alternativo (y tal vez a la visión del mundo de la que éste es parte), se puede producir desarmonía interna. En lugar de admitir ante sí mismos o ante otros que sus esfuerzos han sido en vano, muchas personas encuentran algún valor redentor en el tratamiento. Las creencias centrales tienden a ser vigorosamente defendidas mediante la deformación de la percepción y la memoria. Los curanderos y los practicantes de otros tipos de medicina alternativa, así como sus clientes, son propensos a malinterpretar las señales y “recordar” cosas como desearían que hubiesen sucedido en vez de como sucedieron en la realidad. Pueden ser selectivos en lo que recuerdan, sobreestimando sus aparentes éxitos mientras que ignoran, minimizan o racionalizan sus fallas. El método científico evolucionó en gran parte para reducir el impacto de esta inclinación humana por saltar a conclusiones agradables. Además, las personas normalmente se sienten obligadas a ser recíprocos cuando alguien les hace una buena acción. Dado que la mayoría de los terapeutas "alternativos" creen sinceramente que están ayudando, es natural que los pacientes quieran complacerlos a cambio. Sin que los pacientes se den cuenta necesariamente, tales sentimientos de obligación son suficientes para inflar su percepción de cuánto beneficio han recibido.

¡Tenga cuidado, su salud está en riesgo!

Distinguir las relaciones causales reales de las espurias requiere de estudios bien diseñados y de abstracciones lógicas a partir de grandes cantidades de datos. Muchas fuentes de error pueden confundir a las personas que dependen de la intuición o del razonamiento informal para analizar eventos complejos. Antes de aceptar cualquier tipo de tratamiento, usted debe estar seguro de que tiene sentido y ha sido validado científicamente a través de estudios que descarten el mero efecto placebo; que tiene los efectos prometidos y que carece de errores de juicio. Sea muy cauteloso si la "evidencia" consiste simplemente en testimonios, panfletos, libros autopublicados, o artículos de los medios de comunicación sin respaldo científico.

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El Dr. Beyerstein fue miembro del consejo ejecutivo del Comité para la Investigación Científica de las Reclamaciones de lo Paranormal (CSICOP). Fue un bio psicólogo de la Universidad Simon Fraser en Burnaby, Columbia Británica, Canadá. Una discusión más detallada de este tema se puede encontrar en los seis excelentes artículos sobre "medicina alternativa" en el número de septiembre / octubre de 1997 de la revista Skeptical Inquirer del CSICOP,

Por Dr. Stephen Barrett   24 de julio de 200 , publicado originalmente en Quackwatch;
Traducido por Elliot Payen y Liliana Ruvalcaba 
Revisión: Gustavo Rodag