Contra el miedo nuestra mejor herramienta es la información veraz, confiable y con base científica, por ello te preparamos el siguiente resumen sobre lo que ha ocurrido respecto al nuevo brote de coronavirus. 

¿Qué son los coronavirus?

Los virus son agentes infecciosos que requieren de un hospedero para poder multiplicarse. Al igual que a los organismos vivos, a los virus podemos clasificarlos de acuerdo con las semejanzas y diferencias a nivel de su genoma, es decir, de acuerdo con la información que está codificada en su material genético. Así, tenemos que los coronavirus son una familia extensa de virus que incluye a varios miembros; la razón por la cual se llaman coronavirus (CoV) es la ornamentación de proteínas en su superficie, que parecieran tener una corona (fig. 1). Algunos coronavirus infectan a los humanos, mientras que muchos más infectan a otros animales. En general, los coronavirus que infectan a los humanos ocasionan problemas respiratorios leves, como el resfriado común, aunque algunos ocasionan padecimientos graves, tales como el Síndrome Respiratorio del Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés), o el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS). 



Figura 1. Reconstrucción computarizada de la estructura general de un coronavirus. Las proteínas que adornan la superficie viral se muestran en color rojo y le dan al virus la apariencia de tener una corona. Fuente: CDC

¿Qué pasó en Wuhan?

El 31 de diciembre de 2019 se reportaron varios casos de neumonía en la ciudad de Wuhan, en China. Una semana más tarde, el 7 de enero de 2020, se identificó que la causa era una nueva cepa, o tipo, de coronavirus. A esta nueva cepa se le dio el nombre provisional de 2019-nCoV (nuevo coronavirus de 2019). El 2019-nCoV se identificó como el agente causal de infecciones respiratorias en más de 40 personas en Wuhan. Al indagar acerca de los antecedentes de las personas infectadas, se descubrió que todos habían estado en un mercado de alimentos. Esta simple observación permitió localizar geográficamente el origen de las infecciones, y con ello realizar esfuerzos para identificar casos de infección adicionales entre personas que estuvieron en el mismo sitio.

El 11 de enero la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que se había logrado secuenciar el genoma del 2019-nCov. Los datos de secuenciación se hicieron públicos y esto permitió comparar la secuencia del genoma del 2019-nCoV con la de otros coronavirus conocidos, concluyendo que el 2019-nCoV es genéticamente cercano a los agentes causales de MERS y SARS (MERS-CoV y SARS-CoV, respectivamente). Esta información es de suma relevancia para el desarrollo de políticas de contención, prevención y acción. Tanto el MERS-CoV como el SARS-CoV ocasionaron crisis de salud pública: en 2003 el SARS-CoV se extendió alrededor del mundo, infectando a más de 8,000 personas, de las cuales 774 fallecieron. Desde su aparición en 2012, el MERS-CoV se ha extendido a más de 27 países; de los cerca de 2,500 casos de personas infectadas, 861 terminaron en la muerte del paciente. Estos antecedentes, junto con la cercanía filogenética del 2019-nCoV al MERS- y SARS-CoV, fueron clave para encender las alarmas sanitarias.

¿El 2019-nCoV se contagia de persona a persona?

El 12 y el 16 de enero se reportaron dos casos de 2019-nCoV en personas que viajaron a China pero que no estuvieron en el centro de origen del virus, es decir, ninguno de los pacientes había visitado el mercado de alimentos donde se originaron las primeras infecciones. De este modo, se sugirió que el 2019-nCoV podría ser transmitido de persona a persona. Esta hipótesis se corroboró, finalmente, con la confirmación de nuevos casos sin antecedente de visita al mercado de Wuhan, o incluso sin antecedente de visita a China. En consecuencia, se reforzaron las medidas de contención sanitaria, incluyendo vigilancia estricta de las rutas de comunicación aérea, terrestre y marítima entre los países y declarando en cuarentena a la ciudad de Wuhan.

El 30 de enero, como conclusión de la segunda reunión de su comité de emergencia, la OMS declaró al brote y propagación de 2019-nCoV como una Emergencia de Salud Pública de Relevancia Internacional. Esta declaración se ha malinterpretado en algunos medios, y a través de las redes sociales, con exageraciones desproporcionadas.  Hasta el 4 de febrero se habían registrado 17,238 casos confirmados de 2019-nCoV en China, de los cuales 361 condujeron a la muerte del paciente. Algo que comúnmente se omite en las noticias amarillistas es que 124 pacientes lograron recuperarse y se les dio el alta hospitalaria. Fuera de China, se han confirmado (hasta el 4 de febrero) 153 casos en 18 países (fig. 2); de éstos, 7 casos no tuvieron antecedente de viaje a China, confirmando nuevamente la posibilidad de contagio persona-persona.

 



Figura 2. Casos confirmados de 2019-nCoV alrededor del mundo hasta el 01 de febrero de 2020. La mayoría de los casos se encuentran en China. En Latinoamérica se han reportados casos sospechosos, pero hasta el 01 de febrero ninguno ha sido confirmado. Los círculos rojos denotan a las regiones con casos confirmados; el tamaño del círculo es proporcional al número de casos. Fuente: OMS.

¿Qué significa que el brote de 2019-nCoV se haya declarado como una Emergencia Global?

La declaración del brote de 2019-nCoV como emergencia sanitaria internacional obedece a distintas razones que ponderan la tasa de transmisión del virus, el período de incubación y la severidad de los síntomas. Actualmente no conocemos con certeza absoluta estos factores, pues para ello se necesita un mayor número de casos confirmados y observar su evolución desde la infección hasta la recuperación o muerte del paciente. Una manera de estimar ambos parámetros es mediante modelamiento matemático; esta estrategia ha arrojado información relevante acerca de la epidemiología del virus. La declaración de la OMS, entonces, responde a razones de políticas internacionales de salubridad. En algunos países, por ejemplo, aunque se disponga de los recursos necesarios para la prevención o contención del 2019-nCoV, éstos no pueden movilizarse sino hasta que la OMS hace las declaraciones de relevancia internacional. Esto permitirá que los distintos países, aun aquellos que no han presentado casos confirmados, elaboren planes de acción. Dichos planes involucran la participación concertada de distintos frentes, incluyendo salubridad, transporte, comunicación y educación. De este modo, la declaración de emergencia internacional no debe ser interpretada como una señal apocalíptica, sino como una estrategia que permitirá articular de manera más eficiente los esfuerzos por prevenir y contener los escenarios de importación de virus en cada país. En el caso particular de México, se han recibido ya los reactivos necesarios por parte de la OMS para poder realizar el diagnóstico molecular del 2019-nCoV; además, se asignaron ya cinco hospitales que funcionarán como centro de diagnóstico y referencia de coronavirus. Los hospitales designados son el Hospital General, el de La Raza y el 20 de Noviembre, así como dos Institutos Nacionales, el de Enfermedades Respiratorias, y el de Ciencias Médicas y Nutrición. La Secretaría de Salud, además, cuenta ya con planes de acción y un panel de virólogos que se reunirán periódicamente para discutir las actualizaciones sobre el 2019-nCoV, monitorear los casos sospechosos o confirmados si estos ocurren, y recomendar ajustes a los planes de acción ya establecidos.

Esta no es la primera ocasión en la que se declara emergencia global. Recientemente, los brotes de Influenza A H1N1 en 2009, de polio en 2014, de zika en 2016 y de ébola en 2014 y 2019, fueron catalogados también como Emergencias de Salud Pública de Relevancia Internacional. Nuevamente, esta declaración permitió diseñar y ejecutar planes de acción en los diferentes países afectados y coordinar esfuerzos internacionales de respuesta y solución ante tales emergencias.

¿Cómo se puede prevenir el contagio?

Las medidas de prevención personal siguen siendo un arma efectiva para reducir la posibilidad de contagio. Las recomendaciones generales para ello son:

    • Lavarse frecuentemente las manos con jabón o con geles a base de alcohol, pues el virus puede ser destruido con esta medida básica de higiene.

    • Mantener una distancia prudente con los demás, especialmente con aquellos que presentan síntomas de alguna afección respiratoria.

    • Evitar tocarse los ojos, nariz o boca. Recordemos que los coronavirus, al igual que muchos otros virus, pueden alojarse en nuestras mucosas, desde donde es posible que se multipliquen y ocasionen cuadros infecciosos.

    • Ser consciente de nuestra salud, sin caer en la histeria. En general, los coronavirus ocasionan síntomas respiratorios de un resfriado común: ojos llorosos, escurrimiento nasal, tos, estornudos. Si alguien presenta alguno de estos síntomas, pero no hay causales que apunten al 2019-nCoV, no es necesario acudir a urgencias, sólo hay que mantenerse en observación, evitar la automedicación, ser más estricto con la higiene y conservar la calma.

    • No automedicarse. Mucha gente ha buscado antibióticos como medida precautoria ante el 2019-nCoV. Los antibióticos funcionan contra las bacterias pero no contra los virus, por lo que resulta totalmente inútil consumir antibióticos para los resfriados comunes, la influenza o el 2019-nCoV.

    • Evitar la propagación de noticias falsas o amarillistas. En situaciones de crisis es muy fácil ser víctima de nuestras propias fobias y prejuicios. El reciente brote de 2019-nCoV ha disparado ya la xenofobia en contra de personas asiáticas, y los miedos irracionales frente a personas que regresan a sus países de origen después de estar en algún país asiático. Recordemos que el coronavirus no es una excusa para la discriminación.

    • Consumir información de fuentes confiables. Cada vez es más fácil encontrar información en la red, sin embargo, la mayoría de ella proviene de fuentes no confiables. Si usted decide informarse en la red, busque sitios institucionales respaldados por evidencia científica.

Finalmente, es necesario mencionar que el brote de 2019-nCoV es muy reciente. Al igual que ante cualquier agente infeccioso y patogénico, nuestra capacidad de respuesta dependerá de lo bien que entendamos al 2019-nCoV. Actualmente, la información respecto a este virus se sigue generando desde las distintas áreas de la ciencia, por lo que las recomendaciones sanitarias desde la OMS y los organismos de salubridad locales se ajustarán y modificarán de acuerdo con la nueva evidencia que se obtenga.

Referencias:

https://www.niaid.nih.gov/diseases-conditions/coronaviruses

https://www.who.int/news-room/detail/30-01-2020-statement-on-the-second-meeting-of-the-international-health-regulations-(2005)-emergency-committee-regarding-the-outbreak-of-novel-coronavirus-(2019-ncov)

https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public

https://conexion.cinvestav.mx/Publicaciones/cinvestav-participa-en-panel-de-expertos-latinoam233ricanos-sobre-el-coronavirus

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