El Toque Terapéutico fue concebido a principios de la década de 1970 por Dolores Krieger, Ph.D., RN, profesora de la División de Enfermería de la Universidad de Nueva York. El postulado del "campo energético humano" se asemeja al "fluido magnético" o "fuerza magnética" hipotetizados en el siglo XVIII por Anton Mesmer y sus seguidores. El mesmerismo sostenía que las enfermedades eran causadas por obstáculos al flujo de este fluido, y que los curanderos expertos ("sensibles") podían eliminarlos haciendo pases con las manos. Algunos aspectos del mesmerismo fueron retomados en el siglo XIX por la Teosofía, una religión esotérica que incorporó conceptos metafísicos orientales y que subyace en muchas ideas actuales de la "Nueva Era". Dora Kunz, considerada co-desarrolladora del TT, fue presidenta de la Sociedad Teosófica de América (1975–1987). Colaboró con Krieger en los primeros estudios y afirmaba ser una "sensible" de quinta generación y "curandera dotada".

A finales de la década de 1990, los defensores afirmaban que más de 100,000 personas en todo el mundo habían recibido capacitación en TT, incluidos al menos 43,000 profesionales de la salud, y que aproximadamente la mitad lo practicaban. TT generalmente implica cuatro pasos:

  1. Centrado: proceso meditativo que supuestamente alinea al sanador con el nivel de energía del paciente.
  2. Evaluación: se realiza pasando las manos para detectar fuerzas que emanan del paciente.
  3. Allanar el terreno: barrer la “energía estancada” hacia abajo para preparar la transferencia.
  4. Transferencia de energía: del practicante al paciente.

La forma más común es el "Toque terapéutico sin contacto", realizado con las manos a unos centímetros del cuerpo del paciente. En ocasiones se combina con masaje.

No existe evidencia científica o lógica que sustente que la "transferencia de energía" ocurra realmente. Es más probable que cualquier reacción sea una respuesta psicológica a la imposición de manos.

En 1996, Linda Rosa, RN, publicó una revisión de estudios sobre TT y concluyó: "Cuanto más riguroso es el diseño de la investigación, más detallado es el análisis estadístico, menos evidencia hay de que exista algún fenómeno observable".

Los defensores afirman que la evaluación del "campo energético" es necesaria para intervenir de manera efectiva. Sin embargo, un experimento realizado entre 1996 y 1998 por Emily Rosa, hija de Linda Rosa, puso a prueba a 21 practicantes. Los sujetos debían detectar cuál de sus manos estaba más cerca de la mano de Emily, que permanecía oculta tras una pantalla. Los resultados fueron negativos: identificaron correctamente la posición solo en el 44% de los casos, un porcentaje inferior a lo esperado por azar (50%). El estudio fue publicado en JAMA en 1998.

El editor de JAMA, George D. Lundberg, MD, comentó que: (a) los practicantes de TT tenían el deber ético de informar estos resultados a sus pacientes; (b) las aseguradoras debían cuestionar el pago por estos procedimientos; y (c) los pacientes no debían pagar por TT "hasta que investigaciones adicionales demuestren un efecto real".

Ilustración Toque Terapéutico Dibujo de Pat Linse, Sociedad de Escépticos.

En 1996, la Fundación Educativa James Randi ofreció $742,000 a quien demostrara la capacidad de detectar un "campo de energía humana". Aunque más de 80,000 practicantes en EE.UU. afirmaban tener esa habilidad, solo una persona se presentó y fracasó. La oferta, hoy de $1 millón, sigue sin ser reclamada.

Si forma parte del personal de un hospital donde se practica TT, puede presentar una queja formal.

Referencias

  1. Pelota TS, Alexander DD. Ponerse al día con la ciencia del siglo XVIII en la evaluación del toque terapéutico. Skeptical Inquirer 7(3):23-35, 1983.
  2. Rosa L. Encuesta de Toque Terapéutico "Investigación". Loveland, Colorado: Front Range Skeptics, 1996.
  3. Política y procedimiento de contacto terapéutico para profesionales de la salud. Nurse Healers-Professional Associates International, consultado el 3 de febrero de 2008.
  4. Rosa L, Rosa E, Sarner L, Barrett S. Una mirada cercana al toque terapéutico. JAMA 279:1005-1010, 1998.
  5. Lundberg GD. Nota del editor. JAMA 279:1040, 1998.

Para información adicional (EE.UU.)


Traducción por Jorge Juárez para Verificiencia, con autorización de Quackwatch
Artículo revisado por Liliana Ruvalcaba
Licencia CC BY
Atribución CC BY
Corrección de estilo: Jorge Juárez
Revisión técnica: Liliana Ruvalcaba