Estas se considera que no tienen evidencia de valor real , con base en cuidadosas revisiones por parte de científicos y / o clínicos [1]. Bajo las reglas de la ciencia (y la ley federal), los proponentes que hacen declaraciones de propiedades saludables cargan con el peso de la prueba. Es su responsabilidad realizar estudios adecuados e informarlos con suficiente detalle para permitir la evaluación y confirmación por parte de otros. La ACS evalúa los métodos para el tratamiento del cáncer haciendo tres preguntas:
- ¿El método es efectivo de acuerdo con revisiones y demostraciones objetivas en la literatura científica revisada por pares?
- ¿El método ha mostrado potencial de beneficio que excede claramente el potencial de daño?
- ¿Se han realizado estudios objetivos de manera adecuada y s bajo una revisión por pares apropiada para responder estas preguntas?
Wallace F. Janssen, historiador de la FDA, ha observado que en cada década desde 1940, un remedio cuestionable contra el cáncer ha atraído a un gran número de personas y se ha convertido en un problema nacional [2]. En la década de 1940 fue Koch Antitoxins; el tratamiento de Hoxsey en la década de 1950; Krebiozen en la década de 1960 [3]; laetrile en la década de 1970; y la terapia inmunosupresiva en la década de 1980. Los métodos cuestionables hoy en día incluyen agentes corrosivos, productos vegetales, dietas especiales y "suplementos dietéticos", medicamentos, corrección de "desequilibrios", métodos biológicos, dispositivos, brebajes diversos, enfoques psicológicos y pruebas diagnósticas inútiles. Muchos promotores combinan métodos para hacerse más comercializables. Una investigación de ACS de 1987 encontró que 452 pacientes con cáncer, de un total de 5,047 (9%), identificados a través de una encuesta telefónica, habían usado tratamientos cuestionables. De éstos, el 49% había usado "terapias mentales" (imágenes mentales, hipnosis o terapia psíquica) y el 38% había usado dietas [4]. Los peligros de utilizar tratamientos cuestionables incluyen la demora en obtener un tratamiento adecuado, disminución en la calidad de vida, daño físico directo, interferencia con tratamientos comprobados, pérdida de tiempo valioso, daños financieros y daño psicológico [5].
Quackwatch ha sabido de muchas personas que han sido defraudadas por grandes sumas de dinero en su búsqueda de "curas" inexistentes para el cáncer. La mayoría de estos casos involucraron clínicas en el exterior a las que se transfirió dinero por adelantado. La Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) tiene jurisdicción sobre los casos relacionados con el fraude electrónico. Los estadounidenses que creen haber sido víctimas de fraude electrónico deben informar al FBI.
Tergiversaciones típicas
Los defensores de los métodos cuestionables suelen afirmar que la demanda del mercado y los testimonios de clientes satisfechos son prueba de que sus remedios funcionan. Sin embargo, los proponentes casi nunca llevan la cuenta ni revelan el porcentaje de sus casos que termina en fracaso. Las curas de cáncer atribuidas a métodos cuestionables generalmente se clasifican en una o más de cinco categorías:
- El paciente nunca tuvo cáncer.
- Un cáncer fue curado o puesto en remisión por una terapia probada, pero también se usó una terapia cuestionable a la que se atribuyó erróneamente el resultado beneficioso.
- El cáncer está progresando pero se representa erróneamente como disminuido o curado .
- El paciente ha muerto como resultado del cáncer (o se pierde contacto durante el seguimiento), pero se le representa como curado.
- El paciente tuvo una remisión espontánea (cosa muy rara) o un cáncer de crecimiento lento que se publicita como una cura.
Los promotores de métodos cuestionables a menudo tergiversan sus resultados, y presentan sus métodos como "alternativas". Las alternativas genuinas son métodos comparables que cumplen con criterios de seguridad y eficacia. Las alternativas experimentales no han sido probadas, pero tienen una lógica científica y están siendo investigadas de manera responsable. Las "alternativas" cuestionables no están probadas y carecen de fundamento científico. En este último caso usamos comillas porque no son verdaderas alternativas. Algunos promotores de métodos "alternativos" son médicos o científicos de otro tipo, altamente educados, que se han desviado del pensamiento científico. Los factores que los motivan pueden incluir el pensamiento delirante, la interpretación errónea de la experiencia personal, las consideraciones financieras y el placer derivado de la notoriedad y/o la adulación de los pacientes.
La desinformación sobre terapias cuestionables contra el cáncer se propaga a través de libros, artículos, cintas de audio, videos, programas de entrevistas, informes de noticias, conferencias, exposiciones de salud, profesionales "alternativos", servicios de información y derivación, y de boca en boca. Los promotores suelen explicar su enfoque en términos de sentido común, y parecen ofrecer a los pacientes un papel activo en su cuidado: (a) “el cáncer es un síntoma, no una enfermedad”; (b) “los síntomas son causados ??por la dieta, el estrés o el medio ambiente”; (c) “la buena forma física, la nutrición y la actitud mental permiten una defensa biológica y mental contra el cáncer”; y (d) “la terapia convencional debilita las reservas del cuerpo, trata los síntomas más que la enfermedad” [6]. Las terapias cuestionables se describen como naturales y no tóxicas, mientras que las terapias estándar (responsables) se describen como altamente peligrosas. La siguiente figura proviene de un cómic engañoso, diseñado para minar la confianza pública en los métodos convencionales. TRES RUTAS "APROBADAS" A LA TUMBA ¡CORTE! ¡La cirugía es sólo un recurso provisional, una acción mutilante que no puede eliminar la causa del cáncer e incluso puede acelerar su propagación¡ ¡QUEMA! ¡La radiación destruye tanto el cáncer como las células sanas! ¡De hecho, los rayos X inducen cáncer y debilitan la resistencia! ¡ENVENENA! ¡Las drogas no curan y tienen efectos secundarios! ¡Todos estos métodos son parte de una fábrica de muerte multimillonaria! ¡1,000 estadounidenses mueren de cáncer diariamente! ¡Una de cada cuatro personas, dos de tres familias, 53 millones de personas vivas ahora tendrán cáncer!
Durante los últimos años, los medios de comunicación han publicitado métodos "alternativos" y están causando una gran confusión pública. La mayoría de estos informes no contienen una evaluación crítica y han presentado las opiniones de los proponentes y sus clientes satisfechos. Muchos han exagerado la importancia de la Oficina de Medicina Alternativa (OAM, por sus siglas en inglés) de los Institutos Nacionales de la Salud, ahora llamada Centro de Investigación en Medicina Alternativa y Complementaria, cuya creación fue encabezada por promotores de terapias cuestionables contra el cáncer que querían más atención para sus métodos. La mayoría de los miembros de su panel asesor han sido promotores de terapias "alternativas". El primer director de la OAM dimitió en 1994, alegando que la interferencia política había obstaculizado su capacidad de llevar a cabo su misión de manera científica [7]. La OAM ha financiado varias docenas de estudios relacionados con métodos "alternativos", incluidos algunos enfocados en el tratamiento del cáncer. Sin embargo, queda por ver si tal investigación arrojará resultados útiles. Incluso si produjera resultados útiles, es poco probable que el beneficio supere la bonanza publicitaria otorgada a estos métodos cuestionables. Algunos de los métodos "alternativos" actuales se describen a continuación, en orden alfabético. Se puede acceder a informes más largos sobre muchos de los métodos siguiendo los hipervínculos.
Antineoplastones
Stanislaw R. Burzynski, Doctor en Medicina, ha dado el nombre de "antineoplastones" a las sustancias que, según afirma, pueden "normalizar" las células cancerosas que se producen constantemente en el cuerpo. Burzynski ha publicado numerosos artículos en donde afirma que los "antineoplastones" extraídos de la orina o sintetizados en su laboratorio han demostrado ser eficaces contra el cáncer en experimentos de laboratorio. También dice haber ayudado a muchas personas con cáncer a recuperarse. Un análisis de 1992 concluyó que ninguno de los "antineoplastones" de Burzynski ha demostrado normalizar las células tumorales [8].
En 1988, Burzynski recibió un gran impulso cuando la presentadora del programa de televisión Sally Jesse Raphael presentó cuatro "milagros", pacientes suyos de quienes dijo que estaban libres cáncer. Los pacientes declararon que Burzynski los había curado cuando los métodos convencionales habían fallado. En 1992, "Inside Edition" informó que dos de los cuatro pacientes habían muerto y un tercero estaba sufriendo una reincidencia del cáncer. El cuarto paciente tenía cáncer de vejiga, que tiene un buen pronóstico. La viuda de uno de los invitados de Raphael declaró que su esposo y otros cinco pacientes de la misma ciudad habían buscado tratamiento después de saber de Burzynski por un programa de televisión, y que todos habían muerto de cáncer. En 1995, un gran jurado federal acusó formalmente a Burzynski de fraude postal y comercialización de un medicamento no aprobado. La acusación formal decía que Burzynski facturaba a las compañías de seguros usando códigos de procedimientos para quimioterapia, a pesar de que su tratamiento no era de quimioterapia. Fue juzgado en 1997 y declarado no culpable.
En 1998, el Procurador General de Texas aseguró un acuerdo de consentimiento que establece que Burzynski: (a) no puede distribuir medicamentos no aprobados en Texas; (b) puede distribuir "antineoplastones" sólo a pacientes inscritos en ensayos clínicos aprobados por la FDA, a no ser que la FDA apruebe la venta de sus medicamentos; (c) no puede anunciar "antineoplastones" para el tratamiento del cáncer; y (d) debe dejar en claro que no se ha establecido la seguridad y eficacia de los "antineoplastones" en su sitio web, así como en su material de promoción y anuncios. El acuerdo también exige que Burzynski pague $50,000 para reembolsar a la oficina del Procurador General y al Departamento de Salud de Texas el costo de su investigación [9]. La carta del cáncer posteriormente señaló que, aunque Burzynski ha establecido muchos "ensayos clínicos", éstos no se ajustan a los estándares habituales [10].
CanCell
CanCell, originalmente llamado Entelev y recientemente rebautizado como Cantron y Protocel, es un líquido que asegura curar el cáncer "reduciendo el voltaje de la estructura celular en aproximadamente un 20%", lo que hace que las células cancerosas se "digieran" y sean reemplazadas por células normales. Las instrucciones adjuntas han advertido que no se debe permitir que las botellas de CanCell se toquen entre sí o que se coloquen cerca de cualquier aparato electrodoméstico o toma de corriente. CanCell también se ha promovido para el tratamiento del SIDA, la esclerosis lateral amiotrófica, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Alzheimer, "casos extremos de enfisema y diabetes" y muchas otras enfermedades. En 1989, la FDA informó que CanCell contenía inositol, ácido nítrico, sulfito de sodio, hidróxido de potasio, ácido sulfúrico y catecol. Posteriormente, sus promotores manifestaronque modificarían la formulación para hacerla más eficaz [11]. También han afirmado que CanCell no puede analizarse, porque varía con las vibraciones atmosféricas y su energía cambia constantemente [12]. Las pruebas de laboratorio realizadas entre 1978 y 1991 por el NCI no encontraron evidencia de que CanCell fuera efectivo contra el cáncer. La FDA ha obtenido una orden judicial que prohíbe su distribución a pacientes.
Terapia específica contra el cáncer celular (también llamada Terapia Zoetron)
Según la información del sitio web del promotor, durante 1997, la “Cell Specific Cancer Therapy (CSCT)” se aplicó con un dispositivo que tenía cuatro pulgadas de grosor, con forma de rosquilla, y expuso al paciente a un campo magnético mucho más débil que el del campo magnético resonancia de imágenes. Se le ofreció una clínica en República Dominicana, misma que luego se trasladó a México. La tarifa ofrecida en la publicidad era de $ 20,000 USD, pagaderos por adelantado. A veces la tarifa se reducía o no se cobraba a quienes no podían pagar. Se afirmó que la CSCT no cura el cáncer, sino que "destruye las células cancerosas activas en un cuerpo, sin causar daño a las células sanas". Su objetivo declarado era destruir suficientes células cancerosas para que el sistema inmunológico del cuerpo "vuelva a ser capaz de hacer su trabajo normal". Se afirmó que el dispositivo "detecta células cancerosas con una sensibilidad mucho mayor que la de las imágenes de resonancia magnética (MRI) o CAT convencionales" para destruir las células cancerosas sin dañar las células normales adyacentes. El promotor afirmó que las células cancerosas tienen un "mecanismo metabólico atípico que las hace susceptibles a los campos electromagnéticos de polarización". Sin embargo, no hay evidencia científica de que la energía magnética pueda destruir selectivamente las células cancerosas. La acción coordinada de las agencias en Estados Unidos, Canadá y México resultó en el cierre de la clínica en 2003. Un tratamiento similar se ofrecía en la Davidson Cancer Clinic en México, cuyo propietario fue encarcelado por fraude.
"La cura para todos los tipos de cáncer" de Clark
La Dra. Hulda Clark, una naturópata sin licencia, afirmó que: (a) todos los tipos de cáncer y muchas otras enfermedades son causadas por "parásitos, toxinas y contaminantes"; (b) los tipos de cáncer se pueden detectar con un análisis de sangre para orto-fosfo-tirosina y un dispositivo que identifica órganos enfermos y sustancias tóxicas; (c) los tipos de cáncer pueden curarse matando a los parásitos y liberando al cuerpo de sustancias químicas ambientales; (d) los cascos de nogal negro, el ajenjo y el clavo de olor común pueden eliminar del cuerpo más de cien tipos de parásitos; y (e) los aminoácidos ornitina y arginina mejoran esta receta. Su libro Cura para todos los tipos de cáncer contiene 103 historias de casos de sus supuestas curas. Sin embargo, a juzgar por sus descripciones (a) la mayoría de los pacientes no tenían cáncer, y (b) entre quienes sí lo tuvieron, la mayoría recibió tratamiento médico estándar o sus tumores estaban en etapas tempranas. En 2009, Clark murió por complicaciones de mieloma múltiple, una forma de cáncer en la que las células plasmáticas se vuelven abundantes en la médula ósea. La información publicada por los partidarios sugiere que su vida se acortó porque se trató a sí misma, en lugar de buscar atención médica oportuna y apropiada.
Dispositivos
Se utilizan muchos tipos de dispositivos con base en afirmaciones infundadas sobre su efectividad contra el cáncer. Estos dispositivos incluyen: los que conducen corriente eléctrica de bajo voltaje a través de los tumores o el cuerpo, dispositivos de "electroacupuntura" que pretenden medir la resistencia eléctrica de los "puntos de acupuntura", dispositivos eléctricos que "cargan" muestras de sangre tomadas de pacientes y luego son inyectadas nuevamente en el mismo, “generadores de iones negativos” que se afirma que tienen un efecto contra tumores, dispositivos radiónicos que dicen que diagnostican y curan el cáncer al analizar y emitir ondas de radio en las frecuencias correctas, imanes que se consideran que pueden curar tipos de cáncer al "mejorar la circulación" o mediante efectos intracelulares, y proyectores de luz de color para ejercer efectos curativos [13].
Essiac
Essiac es un remedio a base de hierbas que fue recetado y promovido durante aproximadamente 50 años por Rene M. Caisse, una enfermera canadiense que murió en 1978. Poco antes de su muerte, entregó la fórmula y los derechos de fabricación a Resperin Corporation, una compañía canadiense que lo ha proporcionado a pacientes bajo un acuerdo especial con funcionarios de salud del mismo país. . Varios informes indican que la fórmula contiene bardana, ruibarbo indio, acedera y olmo resbaladizo, pero puede haber ingredientes adicionales. El té Essiac, que afirma ser la formulación original de Caisse, también se comercializa en los Estados Unidos. Varias pruebas con animales que usan muestras de Essiac no han mostrado actividad antitumoral alguna. Tampoco la mostró una revisión de datos que se hizo sobre 86 pacientes realizada por el departamento de salud federal canadiense durante la década de 1980 [14].
Terapia de células frescas
La terapia de células frescas, también llamada terapia con células vivas o terapia celular, consiste de inyecciones de células animales embrionarias frescas, tomadas del órgano o tejido que corresponde al órgano o tejido enfermo del paciente. Los defensores de esta terapia afirman que el cuerpo del receptor transporta automáticamente las células inyectadas al órgano objetivo donde reparan y rejuvenecen las células enfermas. La Sociedad Estadounidense del Cáncer afirma que la terapia con células frescas no ha demostrado beneficios y ha causado efectos secundarios graves (infecciones y reacciones inmunológicas a la proteína inyectada) y también ha ocasionado la muerte [15]. En 1984, la FDA emitió una alerta de importación solicitando a la aduana y los servicios postales de los Estados Unidos que bloqueen la importación de todos los polvos y extractos de "terapia celular" destinados a la inyección.
Método Gerson
Los defensores de la dieta Gerson afirman que el cáncer se puede curar solamente si las toxinas se eliminan del cuerpo. Recomiendan la "desintoxicación" con enemas de café frecuentes y una dieta baja en sodio que incluye más de cuatro litros al día de jugos hechos con frutas, verduras e hígado crudo de ternera. Este método fue desarrollado por Max Gerson, un médico nacido en Alemania que emigró a los Estados Unidos en 1936, y que ejerció en la ciudad de Nueva York hasta su muerte en 1959. La terapia de Gerson todavía está disponible en el Hospital Meridien en Tijuana, México y, desde febrero de 1997, en el Gerson Healing Center en Sedona, Arizona.
Esta terapia todavía es promovida activamente por su hija, Charlotte Gerson, a través de conferencias, programas de entrevistas y publicaciones del Instituto Gerson en Bonita, California. Los protocolos de este tratamiento incluyen inyecciones de extracto de hígado, enemas de ozono, "terapia con células vivas", tabletas tiroideas, cápsulas de gelatina real, aceite de linaza, enemas de aceite de ricino, paquetes de arcilla, laetril y vacunas elaboradas a partir del virus de la influenza y bacterias Staphylococcus aureus muertas.
En 1947, el NCI revisó diez casos seleccionados por el Dr. Gerson y encontró que su informe no era convincente. Ese mismo año, un comité designado por la Sociedad Médica del Condado de Nueva York revisó los registros de 86 pacientes, examinó a diez pacientes y no encontró pruebas de que el método Gerson tuviera valor para tratar el cáncer. Un análisis del libro del Dr. Gerson Una terapia contra el cáncer: resultados de cincuenta casos, realizado por el NCI en 1959, concluyó que la mayoría de los casos no cumplían los criterios (como la verificación histológica) para la evaluación adecuada de un caso de cáncer [16]. Una revisión reciente del razonamiento del tratamiento de Gerson concluyó: (a) las “toxinas” que Gerson afirmó que están presentes en alimentos procesados ??nunca se han identificado, (b) nunca se ha demostrado que los enemas de café movilicen y eliminen toxinas del hígado y los intestinos de pacientes con cáncer, (c) no hay evidencia de que dichas toxinas, de existir, estén relacionadas con la aparición del cáncer, (d) no existe evidencia de que exista una reacción inflamatoria "curativa" que pueda buscar y destruir las células cancerosas [17].
Entre 1980 y 1986, al menos 13 pacientes tratados con la terapia de Gerson fueron ingresados ??en los hospitales del área de San Diego con sepsis por Campylobacter fetus atribuible a las inyecciones de hígado [18]. Ninguno de los pacientes estaba libre de cáncer, y uno murió a causa de su malignidad en una semana. Cinco estaban en estado de coma debido a los bajos niveles séricos de sodio, presumiblemente como resultado del régimen dietético Gerson "sin sodio". Como resultado, el personal de Gerson modificó sus técnicas para el manejo de productos de hígado y biológicos crudos. Sin embargo, su enfoque todavía tiene un considerable potencial dañino. Las muertes también se han atribuido a los enemas de café administrados en la clínica de Tijuana.
Charlotte Gerson afirma que el tratamiento en la clínica ha producido altas tasas de curación para muchos tipos de cáncer. En 1986, sin embargo, los investigadores descubrieron que los pacientes no fueron monitoreados después de que abandonaron la instalación [19]. Aunque el personal de la clínica luego dijo que seguiría sistemáticamente a sus pacientes, no hay evidencia publicada de que lo hayan hecho. Tres naturópatas que visitaron la Clínica Gerson en 1983 pudieron rastrear a 18 pacientes durante un período de 5 años (o hasta la muerte) a través de cartas anuales o llamadas telefónicas. En la marca de 5 años, solo uno todavía estaba vivo (pero no libre de cáncer); el resto había sucumbido a su enfermedad[20].
La cura griega contra el cáncer
El principal defensor de la cura griega contra el cáncer fue el microbiólogo griego, Dr. Hariton-Tzannis Alivizatos, quien murió en 1991. Afirmó tener un análisis de sangre que podría determinar el tipo, la ubicación y la gravedad de cualquier tipo de cáncer. También afirmó que su "suero" le permitiría al sistema inmune del paciente destruir las células cancerosas y ayudaría al cuerpo a rejuvenecer las partes destruidas por el cáncer. Los observadores conocedores creen que el ingrediente principal de la llamada cura griega contra el cáncer era la niacina. La American Cancer Society y el NCI pidieron en repetidas ocasiones información detallada sobre sus métodos a Alivizatos , pero nunca respondió [21].
Tratamiento Hoxsey
El naturópata Harry Hoxsey promovió un tratamiento herbal que consiste en una pasta o polvo usado externamente y un tónico tomado por vía oral. Las preparaciones externas contenían agentes corrosivos, como sulfuro de arsénico. El tónico oral , que se ajusta caso por caso, contenía yoduro de potasio y otros ingredientes, como trébol rojo (Trifolium pratense), regaliz (raíz de Glycyrrhiza glabra), raíz de bardana (Arctium lappa), raíz de “delicia de la reina” (Stillingia sylvatica), raíz de agracejo (Berberis vulgaris), hierba carmín (Phytolacca sp.), cáscara sagrada (Rhamnus purshiana), corteza de fresno espinoso (Zanthoxylum americanum) y corteza de arraclán (Rhamnus frangula). Hoxsey dijo que las fórmulas fueron desarrolladas en 1840 por su bisabuelo y le fueron transmitidas por su padre mientras estaba muriendo de cáncer.
El tratamiento de Hoxsey se ofreció en clínicas en los Estados Unidos desde 1924, hasta que los repetidos enfrentamientos con la FDA lo llevaron a cerrar su clínica principal en Dallas, a fines de la década de 1950. En 1963, la ex jefa de enfermeras de Hoxsey, Mildred Nelson, comenzó a ofrecerla en una clínica en Tijuana, México [22]. Hoxsey desarrolló cáncer de próstata en 1967 y se sometió a una cirugía después de tratarse a sí mismo sin éxito. La mayoría de las hierbas en el tónico se han sido probadas para actividad antitumoral contra el cáncer, con resultados insignificantes para unos pocos y ningún resultado para otros. Algunas de estas hierbas, especialmente la hierba carmín, tienen efectos secundarios tóxicos. El NCI evaluó los informes de casos presentados por Hoxsey y concluyó que no era posible realizar una evaluación debido a que los registros no contenían información adecuada [23]. Hoxsey murió en 1974. Nelson murió en enero de 1999.
Sulfato de hidracina
A mediados de la década de 1970 se propuso el sulfato de hidracina para tratar la pérdida progresiva de peso y el característico debilitamiento por el cáncer avanzado. Con base en datos de estudios en animales y estudios preliminares en humanos, también se ha afirmado que causa regresión tumoral y una mejora subjetiva en los pacientes. Sin embargo, tres ensayos recientes patrocinados por el National Cancer Institute, no demostraron ningún beneficio atribuible al sulfato de hidracina [24-26]. Los ensayos incluyeron a 243 pacientes con cáncer de pulmón no microcítico recién diagnosticado, 266 pacientes con cáncer de pulmón no microcítico avanzado y 127 pacientes con cáncer colorrectal avanzado. En estudio más grande se descubrió que se produjo daño nervioso con más frecuencia y que la calidad de vida era significativamente inferior en el grupo tratado con sulfato de hidracina. Después de que se publicaron estos estudios, los proponentes afirmaron que tenían fallas porque los pacientes podían ingerir tranquilizantes, barbitúricos o alcohol, lo que supuestamente anularía el efecto del sulfato de hidracina. El Instituto Nacional del Cáncer rechazó estas preocupaciones, y una investigación de la Oficina de Contabilidad General de los Estados Unidos no encontró diferencias en los tiempos de supervivencia entre los pacientes que habían tomado estos medicamentos y los que no [27]. En diciembre de 2000, la revista Annals of Internal Medicine publicó un informe de un hombre de 55 años con cáncer en el seno nasal, cerca del pómulo izquierdo. En lugar de someterse a un tratamiento médico recomendado, obtuvo sulfato de hidracina a través de un sitio web y, durante cuatro meses siguió el régimen publicado en el sitio web kathykeeton.com. Dos semanas más tarde, fue hospitalizado con signos de insuficiencia renal y hepática. A pesar de la atención hospitalaria intensiva, murió en una semana [28,29].
Terapias de "hiperoxigenación"
La terapia de "hiperoxigenación", también llamada "terapia biooxidativa" y "terapia oxidativa", se basa en el concepto erróneo de que el cáncer es causado por deficiencia de oxígeno y puede curarse al exponer las células cancerosas a más oxígeno del que pueden tolerar. Los agentes más promocionados son el peróxido de hidrógeno (o agua oxigenada), el sesquióxido de germanio y el ozono. Aunque estos compuestos han sido objeto de investigación legítima, hay poca o ninguna evidencia de que sean efectivos para el tratamiento de cualquier enfermedad grave, y cada uno ha demostrado potencial de daño [30]. Los productos de germanio han causado daño renal irreversible y la muerte [31]. La FDA ha prohibido su importación y confiscado productos de varios fabricantes estadounidenses.
Terapia inmunoamplificadora
La terapia inmunoamplificadora (IAT, por sus siglas en inglés) fue desarrollada por el Dr. Lawrence Burton, un zoólogo que afirmó que podía estimular la capacidad natural del sistema inmunitario para detectar y destruir las células cancerosas. Afirmó que lograba esto inyectando extractos de proteínas aislados con procesos que él había patentado. Sin embargo: (a) el sistema inmune no detecta ni destruye las células cancerígenas como postuló Burton, y (b) las sustancias que afirmó usar no pueden ser producidas por los procedimientos descritos en sus solicitudes de patente y no se ha demostrado su existencia en el cuerpo humano [32].
Los científicos del NCI que analizaron los ingredientes de la IAT, concluyeron que eran soluciones diluidas de proteínas sanguíneas ordinarias, principalmente albúmina. Ninguno era puro, y ninguno contenía los componentes postulados de Burton. Burton no publicó informes clínicos detallados, no divulgó a la comunidad científica los detalles de sus métodos, no publicó estadísticas significativas, no realizó un ensayo controlado ni proporcionó a los investigadores independientes muestras de los materiales de su tratamiento para analizar. A mediados de la década de 1980, varios de sus pacientes desarrollaron infecciones graves después de la IAT [33].
En 1980, el programa "60 Minutos" de CBS-TV le dio a Burton un tremendo impulso publicitario, cuando un médico prominente declaró que uno de sus pacientes parecía haberse recuperado milagrosamente con el tratamiento de Burton. Aunque el paciente murió de cáncer doce días después de que se mostrara el programa, "60 Minutos" se negó a informar a los televidentes de este hecho. En 1986, la Oficina de Evaluación de Tecnología del Congreso reunió a un grupo de expertos técnicos y representantes de Burton para diseñar un ensayo clínico para evaluar la IAT. Sin embargo, la comunicación entre Burton y las autoridades del gobierno de los Estados Unidos se rompió después de que insistió en que se realizara una "prueba previa" en su clínica [34]. Burton murió en 1993, pero la clínica todavía está en funcionamiento.
Iscador
Iscador es un extracto de muérdago (Viscum album) propuesto por primera vez para el tratamiento del cáncer en 1920 por Rudolph Steiner (1861-1925), que abrazó muchas creencias ocultas. Steiner fundó la Sociedad para la Investigación del Cáncer para promover extractos de muérdago y prácticas basadas en el ocultismo que llamó medicina antroposófica. Un informe de esa Sociedad, en 1962, donde afirmaba que el momento de recoger las plantas era importante porque reaccionaban a las influencias del sol, la luna y los planetas (nota de la redacción: Aunque está comprobado que sí es importante el momento de recoger plantas o algas con metabolitos secundarios activos biológicamente porque reaccionan, no a las "influencias del sol y los planetas", sino a la humedad, la temperatura, la temporada, etcétera. ). Se han estudiado diversas preparaciones de jugo de muérdago con la esperanza de encontrar un agente anticancerígeno eficaz, sin embargo, en 1984, el grupo de trabajo de expertos de la Sociedad Suiza de Oncología concluyó que no había evidencia de que Iscador fuera eficaz contra los tipos de cáncer que se presentan en humanos [35]. Hasta la fecha, más de 30 estudios clínicos han investigado el muérdago como tratamiento contra el cáncer. El Instituto Nacional del Cáncer ha concluido: "Los informes de una mejor supervivencia y/o calidad de vida han sido comunes, pero casi todos los estudios tuvieron debilidades importantes que generan dudas sobre la fiabilidad de los hallazgos" [36].
K
Kelley / Gonzalez Metabolic Therapy
En la década de 1960, William Donald Kelley (1925-2005), cirujano dentista , desarrolló un programa para pacientes con cáncer que incluía medidas dietéticas, suplementos de vitaminas y enzimas, y la determinación del "tipo metabólico" mediante un algoritmo de computadora. Kelley clasificaba a las personas como "dominante simpático", "dominante parasimpático", o "equilibrado" metabólicamente, y hacía recomendaciones dietéticas para cada tipo. Kelley afirmaba que su "Índice de evaluación del metabolismo proteico" podría diagnosticar el cáncer antes de que fuera detectable clínicamente, y que su "Índice de neoplasia maligna de Kelley" podría detectar "la presencia o ausencia de cáncer, la tasa de crecimiento del tumor, la ubicación de la masa tumoral, el pronóstico del tratamiento, la edad del tumor, y la regulación de la medicación para el tratamiento".
En 1970, Kelley fue acusado de ejercer la medicina sin licencia, después de que los testigos testificaran que había diagnosticado cáncer de pulmón con base base en la sangre del dedo de un paciente, y que le había recetado suplementos dietéticos, enzimas y una dieta como tratamiento. En 1976, después de apelar sin éxito la resolución judicial, su licencia para ejercer como cirujano dentista fue suspendida por cinco años [37]. Sin embargo, continuó promoviendo sus métodos hasta mediados de la década de 1980 a través de su Instituto de Salud Internacional, con sede en Dallas, Texas. Bajo el paraguas del instituto, a lo largo y ancho de los Estados Unidos, profesionales con licencia y "técnicos metabólicos certificados" aplicaban un cuestionario de 3,200 preguntas y enviaban las respuestas a Dallas. Las respuestas eran procesadas por computadora y se generaba un extenso informe sobre el "estado metabólico", con instrucciones de tratamiento detalladas abarcando alimentos, suplementos (generalmente de 100 a 200 píldoras por día), técnicas de "desintoxicación" y cambios en el estilo de vida.
En 1987, Nicholas Gonzalez, médico de la ciudad de Nueva York, comenzó a ofrecer un tratamiento que decía que era similar al de Kelley. Además, González analizó muchos de los registros de Kelley y escribió el manuscrito de un libro, en el que se incluía un capítulo sobre 50 casos. En 1990, un grupo de expertos revisó el capítulo sin encontrar evidencia de un beneficio. González decía ofrecer "10 dietas básicas con 90 variaciones" y generalmente recetaba enemas de café y "hasta 150 píldoras por día divididas en 10 a 12 tomas".
En 1994, después de investigar seis de los casos de González, las autoridades del Estado de Nueva York concluyeron que: (a) su "protocolo alternativo" no le daba derecho a un estándar de atención alternativo para el tratamiento del cáncer; (b) no había interpretado correctamente los signos y síntomas de la progresión de la enfermedad, (c) había tratado a los pacientes de manera incompetente, y (d) su mantenimiento de registros era inadecuado. Se le puso en libertad bajo caución durante tres años, con la condición de que se sometiera a una nueva capacitación y que su trabajo fuese supervisado por la Oficina de Conducta Profesional. [Descargar documentos (en inglés) ]
En 1997, un jurado de la ciudad de Nueva York ordenó a González pagar $2.5 millones de dólares por concepto de reparación de daños, y $150,000 dólares de indemnización a un ex-paciente. La mujer testificó que había sido diagnosticada con una etapa temprana de cáncer de útero en 1991, por lo que se sometió a una histerectomía (cirugía de extirpación del útero). En lugar de continuar con la radioterapia y quimioterapia recomendadas por su médico, la paciente consultó a González, quien la convenció de no seguir los consejos del especialista en cáncer. Con base en la interpretación de un análisis de cabello, González recetó hasta 150 píldoras de suplementos alimenticios al día y enemas de café frecuentes. Tiempo después le aseguró que el cáncer se había curado, cuando en realidad estaba progresando. Eventualmente, el cáncer dañó su espina dorsal y le ocasionó ceguera. Una corte de apelaciones confirmó el veredicto de $2.5 millones de dólares por reparación de daños, pero desechó la sentencia al pago por indemnización. En abril de 2000, un jurado otorgó $282,000 dólares por reparación de daños al esposo de una profesora universitaria de 40 años, quien murió a causa de enfermedad de Hodgkin (linfoma) en 1995. Según un artículo en The New York Daily News , el jurado consideró que incurrió en negligencia porque no aplicó las "pruebas apropiadas" para rastrear el cáncer, usando en cambio el método no probado de "análisis del cabello" [38].
En 2010, 23 años después de finalizado el manuscrito original, el libro de González se publicó como "Un solo hombre: Una investigación sobre nutrición, cáncer y William Donald Kelley" (original en inglés: One Man Alone: ??An Investigation of Nutrition, Cancer y William Donald Kelley). Sin embargo, una revisión realizada a petición mía concluyó que ninguno de los 50 casos reportados por González proporciona evidencia convincente de una cura [41]. Al menos 41 de los pacientes habían sido tratados previamente con cirugía, radioterapia y/o quimioterapia, por lo que la curación podría deberse a estos tratamientos convencionales. Al resto no se le realizó una biopsia, y/o padecían tipos de cáncer que tienen una progresión muy lenta. En julio de 2015, se dió la noticia de que González había colapsado repentinamente y había muerto, aparentemente a causa de un trastorno del corazón.
Laetril
Laetril es el nombre comercial de una versión sintética de la amigdalina, una sustancia química que se encuentra en los granos de albaricoque, semillas de manzana, almendras amargas y algunas otras frutas con hueso. Alcanzó gran renombre durante la década de 1970 y principios de la de 1980. Muchos promotores del Laetrile lo llamaban "vitamina B17", y afirmaban falsamente que el cáncer es una enfermedad causada por la deficiencia de esta vitamina, por lo que Laetrile era supuestamente la cura. Las afirmaciones sobre la eficacia del Laetrile han variado considerablemente [39]. Primero, se afirmaba que prevenía y curaba el cáncer. Después se afirmaba que no curaba, sino que "controlaba" el cáncer y que brindaba a los pacientes una mejor calidad de vida. Más recientemente, se ha propuesto que el Laetrile es eficaz, pero no por sí solo, sino como un componente de la "terapia metabólica" (que se describe más adelante).
El Laetril se usó por primera vez para tratar pacientes con cáncer en California en la década de 1950. De acuerdo con los defensores, elimina selectivamente las células tumorales mientras deja intactas a las células normales. Aunque se aseguraba que Laetrile era seguro y eficaz, la evidencia clínica indica que no lo es [40]. Cuando es metabolizado por las enzimas del cuerpo, se descompone formando glucosa, benzaldehído y cianuro de hidrógeno [42]. Algunos pacientes con cáncer tratados con Laetrile han sufrido náuseas, vómitos, dolores de cabeza y mareos. Peor aún, algunos han muerto por envenenamiento con cianuro. Laetrile ha sido probado en al menos 20 modelos de tumores animales y se ha encontrado que no tiene ningún beneficio, ni solo ni junto con otras sustancias. Varios estudios de caso han encontrado que no hay beneficio alguno en el tratamiento del cáncer en humanos con esta sustancia.
En respuesta a la presión política, la Clínica Mayo y otros tres centros oncológicos de E.U.A. iniciaron un ensayo clínico en 1982 bajo el patrocinio del NCI). Laetrile y la "terapia metabólica" se administraron según las recomendaciones de sus promotores. Los pacientes incluídos en el estudio tenían cáncer avanzado para el cual no se conocía ningún tratamiento. De 178 pacientes, ninguno fue curado o estabilizado, y en ninguno hubo mejoría de los síntomas relacionados con el cáncer. La mediana de la tasa de supervivencia fue de alrededor de cinco meses después del inicio de la "terapia metabólica". En los pacientes que aún estaban vivos después de siete meses, el tamaño del tumor había aumentado. Varios pacientes presentaron síntomas de intoxicación por cianuro, o tenían niveles sanguíneos de cianuro cercanos a la dosis letal [43].
En 1975 se presentó una demanda colectiva para evitar que la FDA) interfiriera con la venta y distribución de Laetrile. Al comienzo del proceso judicial, un juez del tribunal del distrito federal de Oklahoma emitió órdenes que permitían a los pacientes con cáncer importar Laetrile en cantidad suficiente para 6 meses y para uso personal, siempre y cuando obtuviesen una declaración jurada del médico tratante de que eran "enfermos terminales". En 1979, la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó que no es posible saber quién es un enfermo terminal, y que incluso si fuera posible, tanto los pacientes con enfermedades terminales como el público en general, merecen protección contra las curas fraudulentas. En 1987, después de que se rechazaran nuevas apelaciones, el juez de distrito (un firme defensor de Laetrile) finalmente cedió a los tribunales superiores y dio por terminado el proceso [39]. Pocas fuentes de Laetrile están ahora disponibles en los Estados Unidos, pero todavía se utiliza en varias clínicas mexicanas.
El Régimen Livingston-Wheeler
Virginia C. Livingston, Doctora en Medicina, quien murió en 1990, postulaba que el cáncer es causado por una bacteria, a la que ella misma nombró Progenitor cryptocides, y afirmaba que invade el cuerpo cuando "la inmunidad está estresada o debilitada". Sostenía también que es posible contrarrestar este problema al fortalecer el sistema inmunológico con vacunas (incluyendo una fabricada con la orina del paciente); con "desintoxicaciones" con enemas; con el consumo de enzimas digestivas; con una dieta vegetariana (que excluía pollo, huevos y azúcar); con suplementos de vitaminas y minerales; y con visualización y reducción del estrés. Livingston afirmaba que con su tratamiento se tenía tasa de recuperación muy alta, pero nunca publicó datos clínicos para probarlo. Los científicos que intentaron aislar el organismo que Livingston postuló, encontraron que era una bacteria común y corriente que habita en la piel humana. Los investigadores del Centro Oncológico de la Universidad de Pennsylvania compararon a 78 de sus pacientes con pacientes tratados en la Clínica Livingston-Wheeler. Todos tenían distintos tipos de cáncer avanzados para los que no se conocía ningún tratamiento. Como se esperaba, el estudio no encontró diferencia en el tiempo promedio de supervivencia de los dos grupos. Sin embargo, los pacientes de Livingston-Wheeler reportaron tener más problemas del apetito y dolor más intenso [44]. El tratamiento desarrollado por Livingston se ofrece actualmente en el Livingston Foundation Medical Center, en San Diego, California.
La Macrobiótica
La macrobiótica es un sistema filosófico, casi religioso, que promueve una dieta semivegetariana ("macrobiótico" significa "forma de vida larga"). Se han promovido dietas "macrobióticas" para mantener la salud en general, y también para prevenir y "aliviar" el cáncer y otras enfermedades. Según la macrobiótica, la dieta óptima equilibra los alimentos "yin" y "yang". Se compone de granos integrales (50 a 60% de cada comida), vegetales (25 a 30% de cada comida), frijoles enteros o productos a base de soya (5 a 10% de los alimentos diarios), nueces y semillas (pequeñas cantidades como refrigerios), sopa miso, infusiones de hierbas, y carne blanca o mariscos en pequeñas cantidades una o dos veces por semana. Algunas dietas macrobióticas contienen cantidades adecuadas de nutrientes, pero otras no.
Los médicos macrobióticos pueden basar sus recomendaciones en el "diagnóstico por pulso" y otros procedimientos relacionados con la medicina china [45]. El "diagnóstico por pulso" supuestamente involucra seis pulsos en cada muñeca que corresponden a doce esferas internas de la función corporal. Otros métodos de diagnóstico incluyen el "diagnóstico ancestral", el "diagnóstico astrológico", el "diagnóstico de aura y vibración", el "diagnóstico ambiental" (incluida la consideración de influencias celestes y los movimientos de las mareas) y el "diagnóstico espiritual" (una evaluación de las "condiciones vibratorias atmosféricas" para identificar influencias espirituales, que incluyen "visiones del futuro").
El principal defensor hoy en día es Michio Kushi, fundador y presidente del Instituto Kushi en Brookline, Massachusetts. Según las publicaciones del Instituto, el modo de vida macrobiótico incluye masticar alimentos al menos 50 veces por bocado (o hasta que se vuelva líquido), no usar ropa sintética o de lana al lado de la piel, evitar largos baños calientes o duchas, tener plantas grandes en casa para enriquecer de oxígeno el aire, y cantar una canción feliz todos los días. Kushi afirma que el cáncer se debe en gran parte a una dieta, pensamientos y una forma de vida inadecuados, y que puede verse influido por cambios en estos factores. Él recomienda los alimentos "yin" para el cáncer debido al exceso de "yang", y los alimentos "yang" para los tumores que son predominantemente "yin". Sus libros contienen historias de casos de personas cuyos tumores cancerosos supuestamente desaparecieron después de que adoptaron la dieta macrobiótica. Sin embargo, los únicos informes de eficacia son testimonios de pacientes, muchos de los cuales recibieron además terapia convencional [46]. La dieta macrobiótica por sí misma puede causar que los pacientes con cáncer experimenten una pérdida de peso grave [47]. En julio de 2001, la esposa y colega de Kushi, Aveline, murió de cáncer cérvico-uterino. Según un obituario de Associated Press, se sometió a un tratamiento de radioterapia convencional tras descubrir el cáncer. Cuando el cáncer se extendió a sus huesos y le dijeron que no había disponible un tratamiento estándar, recurrió a la acupuntura y los métodos "orientales" [48].
Terapia metabólica
Los defensores de la "terapia metabólica" dicen diagnosticar anomalías a nivel celular, y corregirlas mediante la normalización del metabolismo del paciente. Consideran que el cáncer, la artritis, la esclerosis múltiple y otras enfermedades degenerativas son el resultado de un desequilibrio metabólico causado por la acumulación de "sustancias tóxicas" en el cuerpo. Afirman que la medicina científica simplemente trata los síntomas de la enfermedad, mientras que ellos tratan la causa al eliminar las "toxinas" y fortalecer el sistema inmunológico para que el cuerpo se cure a sí mismo. Las "toxinas" de las que hablan no están definidas ni son objetivamente medibles. Los regímenes del tratamiento "metabólico" varían de un terapeuta a otro, y pueden incluir una dieta de "alimentos naturales", enemas de café, vitaminas, minerales, extractos glandulares, enzimas, Laetrile, y otros productos milagro que no son comercializables legalmente en los Estados Unidos. Ningún estudio científico ha demostrado alguna vez que la "terapia metabólica", o cualquiera de sus componentes, sea efectiva contra el cáncer o cualquier otra enfermedad grave.
El defensor más famoso de la "terapia metabólica" fue el Dr. Harold Manner, un profesor de biología que en 1977 afirmó que había curado el cáncer en ratones a través de inyecciones de Laetrile, enzimas y vitamina A. En realidad, lo que hacía era digerir los tumores inyectándose enzimas digestivas, lo que no puede curar los tumores cancerosos que ya han hecho metástasis. Durante la década de 1980, Manner dejó su puesto de profesor de biología y se afilió a una clínica en Tijuana, México. A pesar de que afirmaba tener una tasa de éxito del 74% en el tratamiento del cáncer, no hay evidencia de que realizara ningún seguimiento de los pacientes después de que salían su clínica [49]. Manner murió en 1988, pero la clínica todavía está en funcionamiento.
Pau D'arco
El té de Pau d'Arco, que se vende en tiendas de “alimentos saludables” y por correo, también se llama taheebo, lapacho, lapacho morado, ipe roxo o ipes. Se dice que este té es un antiguo remedio inca preparado a partir de la corteza interior de varias especies de tabebuia, un árbol de hoja perenne, nativo de las Indias Occidentales y América Central y del Sur. Sin embargo, las historias sobre sus orígenes contienen errores geográficos y botánicos. Sus defensores afirman que el té de Pau D'arco es eficaz contra el cáncer y muchas otras dolencias. Las maderas de tabebuia contienen lapachol, que ha mostrado tener ciertas propiedades antitumorales en algunos modelos de tumores en animales. Sin embargo, ningún estudio publicado ha demostrado un efecto significativo sobre el cáncer en humanos. Los estudios realizados a principios de la década de 1970 descubrieron que el lapachol no es absorbido tan fácilmente por los humanos como lo es por las ratas, y que los niveles plasmáticos suficientemente altos para influir en los tumores estarían acompañados de efectos anticoagulantes. Incluso las dosis bajas pueden causar náuseas y vómitos, y pueden interferir con la coagulación de la sangre [50]. Algunos investigadores creen que el lapachol debe estudiarse más junto con la vitamina K como inhibidora de su actividad anticoagulante.
Cirugía psíquica
Se dice que la cirugía psíquica elimina los tumores sin dejar heridas en la piel. En realidad, sus practicantes usan prestidigitación para crear la ilusión de que se está realizando la cirugía. Se puede usar un dedo o pulgar falso para almacenar un tinte rojo que parece sangre cuando se "corta" la piel. Partes de los animales o trozos de algodón empapados en tinte se palmean y luego se exhiben como "órganos enfermos" supuestamente extraídos del cuerpo del paciente (sin embargo, se ha informado que un "sanador" filipino usa sangre humana , lo que aumenta la posibilidad de transmisión de VIH o de hepatitis B). La Sociedad Estadounidense del Cáncer ha concluido que "todas las manifestaciones de cirugía psíquica se han realizado mediante diversas formas de engaño, hasta la fecha". [51] La mayoría de los "cirujanos psíquicos" practican en Filipinas o Brasil, pero algunos han realizado giras en Estados Unidos. Algunos han sido enjuiciados por robo y/o por practicar la medicina sin licencia [52].
Métodos psicológicos
Varios métodos psicológicos están siendo promovidos como curas, solos o en conjunto con otros tratamientos para pacientes con cáncer. Las técnicas incluyen imágenes, visualización, meditación, relajación muscular progresiva y varias formas de psicoterapia. Estas técnicas pueden reducir el estrés, aliviar la depresión, ayudar a controlar el dolor y mejorar los sentimientos de dominio y control de los pacientes. El apoyo individual y grupal puede tener un impacto positivo en la calidad de vida y la actitud general. Una actitud positiva puede aumentar las probabilidades de que un paciente sobreviva al cáncer, al aumentar el apego al tratamiento probado. Sin embargo, no se ha demostrado que las emociones influyan directamente en el curso de la enfermedad.
Bernie Siegel, Doctor en Medicina y autor de Amor, medicina y milagros y Amor y paz, amor y sanación, afirma que "la gente feliz en general no se enferma" y que "la propia actitud hacia uno mismo es el factor más importante para curar o mantenerse sano." Siegel también afirma que "un sistema inmune vigoroso puede vencer el cáncer si no se interfiere, y el crecimiento emocional hacia una mayor auto aceptación y realización ayuda a mantener fuerte el sistema inmunológico". Sin embargo, no ha publicado ningún estudio científico que respalde estas afirmaciones. Un estudio de diez años del que Siegel es co-autor, encontró que 34 pacientes con cáncer de mama que participaron en su programa no vivieron más tiempo después del diagnóstico que los no participantes que se encontraban en situación comparable. El programa consistió en dar apoyo semanal de pares y terapia familiar, consejería individual y el uso de imágenes positivas [53]. En noviembre de 1998, Siegel envió una serie de mensajes por correo electrónico al Dr. Barrett, declarando que el estudio que lleva su nombre había sido realizado por un alumno y que no estaba diseñado correctamente.
- Carl Simonton, doctor en medicina, afirmó que el cáncer puede verse afectado por las técnicas de relajación y visualización. Afirmó que este enfoque puede disminuir los temores y la tensión, fortalecer la voluntad de vivir del paciente, aumentar el optimismo y alterar el curso de la malignidad mediante el fortalecimiento del sistema inmune. Sin embargo, nunca publicó los resultados de ningún estudio bien diseñado que probara sus ideas. Simonton teorizó que el cerebro puede estimular las glándulas endocrinas para "inspirar" al sistema inmune a atacar las células cancerosas. Con su esposa Stephanie (una psicoterapeuta), enseñó a los pacientes con cáncer a imaginar que éste sería destruido por los glóbulos blancos. Sin embargo, no hay evidencia de que los glóbulos blancos realmente ataquen las células cancerosas de esta manera o de que la "supresión inmune" sea un factor en el desarrollo de tipos de cáncer comunes.
El libro de Simonton, Recuperándose, incluyó informes sobre pacientes que mejoraron después de usar sus métodos. Sin embargo, un análisis de cinco de los informes que podrían parecer más impresionantes para los legos señaló que dos de los pacientes recibieron tratamiento estándar, uno tenía un tumor de crecimiento lento y uno probablemente no tenía cáncer. El tumor del quinto paciente resultó tratable con medios estándar [54].
Algunas personas sugieren que el programa de Simonton puede tener efectos positivos, pues ayuda a las personas a relajarse y sentir que están "haciendo algo" positivo. Aunque este enfoque es físicamente inofensivo, puede desperdiciar tiempo y dinero, y alentar a algunos pacientes a abandonar la atención efectiva. También puede hacer que las personas se sientan avergonzadas o culpables de que alguna insuficiencia interna les haya causado cáncer y esté interfiriendo en su recuperación. Los pacientes que buscan un programa de apoyo deben seleccionar con base en principios científicos y buscar una supervisión profesional competente.
Control de Cáncer Revici
El Control de Cáncer Revici (también llamado terapia de lípidos y "quimioterapia guiada biológicamente") se basa en la noción de que el cáncer es causado por un desequilibrio entre procesos corporales “constructivos” (anabólicos) y “destructivos” (catabólicos). Su principal proponente, Emanuel Revici, doctor en medicina, prescribió alcoholes lipídicos, zinc, hierro y cafeína, que clasificó como anabólicos, y ácidos grasos, azufre, selenio y magnesio, que clasificó como catabólicos. Estas formulaciones se basaron en su interpretación de la gravedad específica, el pH (acidez) y la tensión superficial de muestras individuales de orina del paciente. Los científicos que han ofrecido evaluar los métodos de Revici no se han puesto de acuerdo con él sobre los procedimientos para garantizar una prueba válida [55]. Sin embargo, su método de interpretación urinaria obviamente carece de validez. La gravedad específica de la orina refleja la concentración de sustancias disueltas, y depende en gran medida de la cantidad de líquido que consume cada persona. La acidez depende principalmente de la dieta, pero varía considerablemente a lo largo del día. Por lo tanto, incluso cuando estos valores son útiles para una determinación metabólica, la información de una sola muestra de orina no tiene sentido. La tensión superficial de la orina no tiene un valor de diagnóstico reconocido médicamente. En 1993, después de una larga lucha con las autoridades del Estado de Nueva York, la licencia médica de Revici fue revocada de manera permanente. Revici murió en enero de 1998, a los 101 años de edad.
714X
714X es una solución química producida en Quebec por Gaston Naessens, quien también opera la Academia Internacional de Ortobiología Somatidiana. Naessens afirma que el 714X puede "fluidificar la linfa" y "dirigir el nitrógeno hacia las células cancerosas para detener las secreciones tóxicas que bloquean el sistema de defensa del organismo". El 714X fue analizado por la Agencia de Protección de la Salud de Canadá; se encontró que contiene una mezcla de alcanfor, cloruro de amonio y nitrato, cloruro de sodio, alcohol etílico y agua. La Subdirección de Protección de la Salud no ha recibido datos científicos que respalden las afirmaciones de que el 714X puede curar el cáncer o el SIDA, y su Comité Asesor de Expertos ha condenado su uso para estos fines, advirtiendo que podría producir efectos secundarios adversos [56]. En 1956 Naessens fue condenado por práctica médica ilegal, en conexión con un presunto remedio contra el cáncer llamado GN-24; un tribunal francés le ordenó pagar la multa máxima aplicable. Naessens fue procesado nuevamente en 1964, después de que se comprobó que otro presunto remedio contra el cáncer que administraba en Córcega no funcionaba [57].
Cartílago de tiburón
El cartílago de tiburón en polvo supuestamente contiene una proteína que inhibe el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, necesarios para la propagación del cáncer. Aunque se ha observado un modesto efecto anti-angiogénico en experimentos de laboratorio, no se ha demostrado que la administración de cartílago de tiburón en humanos inhiba significativamente la angiogénesis en pacientes con cáncer. Incluso si las aplicaciones directas fueran efectivas, la administración oral no funcionaría, porque la proteína sería digerida en lugar de absorbida intacta en el cuerpo. (Por otro lado, si las proteínas pudieran entrar al cuerpo, causarían una respuesta inmune que haría al individuo alérgico a ellas y podría desencadenar respuestas alérgicas desastrosas con una mayor exposición a la proteína.)
Sin embargo, en la primavera de 1993, el programa "60 Minutos" hizo una transmisión en la que daba promoción a las afirmaciones del bioquímico/empresario I. William Lane, autor del libro A los tiburones no les da cáncer . El programa destacó un estudio cubano de 29 pacientes con cáncer "terminal" que recibieron preparaciones de cartílago de tiburón. El narrador, Mike Wallace, filmó a varios pacientes haciendo ejercicio e informó que la mayoría se sintió mejor varias semanas después de comenzar el tratamiento. No se mencionó el hecho de que "sentirse mejor" no indica si un tratamiento contra el cáncer es efectivo. Tampoco mencionaron el hecho de que los tiburones sí contraen cáncer, incluso del cartílago. Los funcionarios del NCI posteriormente revisaron los datos cubanos y concluyeron que eran "incompletos y poco impresionantes" [58].
En mayo de 1997, en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, los investigadores informaron sobre un estudio que estableció que el cartílago de tiburón es ineficaz contra el cáncer avanzado en adultos con una expectativa de vida de al menos 12 semanas. El estudio siguió a 58 personas a las que se les recetaron dosis orales de cartílago de tiburón como la única forma de tratamiento contra el cáncer. Después de 12 semanas, ninguno logró una respuesta completa o parcial al tratamiento con cartílago de tiburón. Solo diez no mostraron progreso del cáncer, y solo dos tuvieron una mejoría cuantificable en la calidad de vida. (El hecho de que el cáncer no progresara en diez pacientes no es evidencia de que el cartílago de tiburón haya sido responsable. El progreso del cáncer no siempre es rápido.) Los investigadores concluyeron que: "el cartílago de tiburón estaba inactivo en pacientes con estadios avanzados de cáncer, específicamente en cáncer de mama, colon, pulmón y próstata". El estudio fue patrocinado por la Fundación para la Investigación de Tratamientos para el Cáncer, Cartilage Technologies (un fabricante) y Centros de Tratamiento de Cáncer de Estados Unidos. Unos meses más tarde, Cartilage Technologies anunció que no apoyaría ninguna investigación adicional sobre el cartílago de tiburón como remedio contra el cáncer [59].
Las agencias gubernamentales han tomado medidas contra al menos tres compañías que comercializan cartílago de tiburón. En septiembre de 1997, la FDA pidió a Lane Labs-USA, de Allendale, Nueva Jersey, que dejara de afirmar que su producto de cartílago de tiburón BeneFin puede ayudar a combatir el cáncer, la artritis y la psoriasis [60]. En diciembre de 1999, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda para impedir que la empresa continuara su comercialización ilegal [61]. En 1998, la Comisión Federal de Comercio obtuvo dos acuerdos de consentimiento que prohibían las declaraciones sin fundamento para los productos de cartílago de tiburón. Nutriveda, Inc., de Brooklyn, Nueva York, había afirmado que su producto Cardilet era eficaz contra el cáncer, el reumatismo, la artritis, la diabetes, los fibromas, la bursitis, los problemas circulatorios y los quistes. Body Systems Technology, de Castleberry, Florida, había anunciado que su producto era efectivo contra el cáncer. En junio de 2000, la FTC anunció que el Dr Lane y Lane Labs-USA habían firmado acuerdos de consentimiento para detener las declaraciones ilegales de BeneFin y pagar $550,000 USD en multas, y $450 para cubrir el costo de un ensayo clínico aprobado que involucra cartílago de tiburón [62]. El estudio no encontró ningún beneficio [63].
Vitamina C
La afirmación de que la vitamina C es útil en el tratamiento del cáncer es, en gran medida, atribuible a Linus Pauling. A mediados de la década de 1970, Pauling comenzó a afirmar que las altas dosis de vitamina C son efectivas para prevenir y curar el cáncer. En 1976 y 1978, él y un cirujano escocés, Ewan Cameron, informaron que un grupo de 100 pacientes con cáncer terminal tratados diariamente con 10,000 mg de vitamina C había sobrevivido de tres a cuatro veces más que los pacientes que no recibieron suplementos de vitamina C [ 64,65]. Sin embargo, el Dr William DeWys, jefe de investigaciones clínicas en el NCI, descubrió que los grupos de pacientes no eran comparables. Los pacientes que recibieron la vitamina C eran de Cameron, mientras que los otros pacientes eran manejados por otros médicos. Los pacientes de Cameron comenzaron a tomar vitamina C cuando él los etiquetó como "no tratables" por otros métodos, y su subsiguiente supervivencia se comparó con la supervivencia de los pacientes "control" después de que sus médicos los identificaron como no tratables. DeWys descubrió que los pacientes de Cameron eran etiquetados como no tratables mucho antes en el curso de su enfermedad, por lo que ingresaban al hospital antes estar tan enfermos como los pacientes de otros médicos y, naturalmente, se esperaría que vivieran más tiempo [66]. Sin embargo, para evaluar si Pauling podría estar en lo cierto, la Clínica Mayo realizó tres estudios doble ciego en los que participaron un total de 367 pacientes con cáncer avanzado. Los tres estudios encontraron que los pacientes a los que se les administraron 10 g de vitamina C al día no mejoraron más que los que recibieron un placebo [67-69]. A pesar de sus muchos años tomando grandes cantidades diarias de vitamina C, tanto Pauling como su esposa Ava murieron de cáncer, ella en 1981 y él en 1994.
Teorías de conspiración
Los curanderos suelen acusar a la profesión médica, las compañías farmacéuticas, la industria alimentaria, las agencias gubernamentales y otros "intereses creados" de conspirar contra las curas "naturales" para el cáncer. No se ha expuesto conspiración alguna. Sin embargo, muchos pacientes, especialmente aquellos a quienes la medicina estándar no puede curar, adoptan la noción de que una banda de rebeldes, pequeña pero dedicada, está desafiando al sistema médico, poniendo curas naturales a disposición del público. Y a los pacientes desesperados puede resultarles más reconfortante creer que las curas están siendo ocultadas, que sentir que no tienen esperanza.
El cargo de conspiración tiene dos escenarios comunes. En uno, la oposición se basa en el miedo a la competencia. En el otro, se suprime una cura descubierta dentro del sistema oficial. Ninguna de estas situaciones tiene sentido [70,71].
Para información adicional [Estados Unidos]
- La Asociación Estadounidense del Cáncer puede proporcionar documentos sobre su posición frente a muchos métodos cuestionables. Se puede obtener asesoría directa del programa Fundación Candlelighters para el Cáncer Infantil, el Instituto de Investigaciones para la Salud del Consumidor y el Consejo Nacional Contra los Fraudes a la Salud.
- El Servicio de Información del Instituto Nacional del Cáncer responde preguntas y proporciona literatura sobre los tratamientos más recientes contra el cáncer, ensayos clínicos y servicios comunitarios para pacientes y sus familias. Los médicos pueden obtener información sobre protocolos de tratamiento, resultados y ensayos clínicos a través de la Consulta de Datos Médicos del Instituto Nacional del Cáncer, una base de datos computarizada que se actualiza mensualmente. Esto permite que la mayoría de los pacientes con cáncer se beneficien de los conocimientos científicos más avanzados sin tener que viajar lejos. Ni el Servicio de Información Sobre el Cáncer ni la Oficina de Medicina Alternativa de los Institutos Nacionales de la Salud brindan información detallada sobre la seguridad o eficacia de los métodos cuestionables.
- Tratamientos no convencionales contra el cáncer, es un excelente libro de 300 páginas publicado en 1990 por la Oficina de Evaluación Tecnológica del Congreso de los Estados Unidos. Se encuentra agotado, pero está disponible en este sitio web.
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Partes de este artículo fueron publicadas originalmente con Victor Herbert, MD como coautor en Cancer Medicine , 4ª edición, publicado por Williams & Wilkins (1996). En ese momento, el Dr. Herbert era Profesor de Medicina, la Escuela de Medicina de Mount Sinai y Jefe del Laboratorio de Investigación de Hematología y Nutrición, del Bronx Veterans Affairs Medical Center.
Este artículo fue revisado el 24 de julio de 2015.