La homeopatía sostiene que las sustancias que producen síntomas en personas sanas pueden curar dichos síntomas en personas enfermas; que diluir y agitar sustancias las hace más poderosas y que los "remedios" que no contienen moléculas del "ingrediente activo" original pueden ejercer efectos terapéuticos poderosos. Ninguna de estas ideas tiene sentido.

Los partidarios de la homeopatía también afirman que sus aseveraciones son respaldadas por diversas investigaciones, sin embargo, una mirada cuidadosa muestra que esto no es verdad. Para demostrar que un tratamiento funciona, es necesario demostrar que es más efectivo que no hacer nada. Esto requiere mostrar que a los pacientes que reciben el tratamiento les va mejor que a pacientes con padecimientos similares que no lo reciben. La gran mayoría de las sustancias homeopáticas nunca han sido probadas de esta manera; tampoco han sido probados así los medicamentos que se venden sin receta ni los suplementos alimenticios que contienen combinaciones de ingredientes homeopáticos.

Se han publicado algunos estudios "positivos" de homeopatía en revistas médicas importantes. Los partidarios de la homeopatía proclaman con fanfarrias estos estudios como prueba de que "la homeopatía funciona". Aun si los resultados fueran reproducibles de manera consistente (lo cual parece improbable), lo más que puede demostrar un estudio de un remedio particular para una enfermedad particular es que dicho remedio es efectivo contra dicha enfermedad. Semejante estudio no validaría los fundamentos  de la homeopatía ni demostraría que el tratamiento homeopático es útil para otras enfermedades.

La mayoría de las investigaciones homeopáticas aparecen en publicaciones que tienen poco o ningún reconocimiento científico y no son fácilmente accesibles. Sin embargo, varios equipos de revisión se han tomado la molestia de recopilar lo que pudieron y han publicado análisis detallados de lo que encontraron. La revisión más completa se realizó por el Consejo Nacional de Salud e Investigación del Gobierno de Australia (NHMRC). En 2013, el NHMRC publicó un informe sinóptico de 301 páginas que evaluó 57 revisiones anteriores y los estudios que habían incluido. El informe concluyó:


“La calidad y completez de las revisiones sistemáticas incluidas en este informe general estuvieron limitadas por la inclusión de muchos estudios primarios mal diseñados, mal realizados o mal reportados. Es importante destacar que la mayoría de los estudios primarios utilizaron muestras poblacionales muy pequeñas, por lo cual  es probable que sean insuficientes para detectar un resultado estadísticamente significativo. Además, este informe general depende de las revisiones sistemáticas incluidas, cuya calidad no siempre es buena. Por otra parte, varias revisiones sistemáticas no proporcionaron conclusiones específicas relacionadas con cada condición clínica incluida en la revisión...

Hay una escasez de estudios de buena calidad y de tamaño suficiente que examinen la efectividad de la homeopatía como tratamiento para alguna condición clínica en humanos. La evidencia disponible no es convincente y no demuestra que la homeopatía sea un tratamiento efectivo para ninguna de las condiciones clínicas reportadas [1].”


En 2015, el NHMRC resumió sus consideraciones en un documento de información de 40 páginas, mismo que concluyó:

  • Con base en toda la evidencia considerada, no hubo condiciones de salud para las cuales haya evidencia confiable de que la homeopatía sea efectiva.
  • Ningún estudio de buena calidad y bien diseñado, con suficientes participantes para ser una muestra significativa, afirmó que la homeopatía haya causado mejoras en la salud mayores que el placebo o mejoras de salud similares a las de otro tratamiento.
  • La homeopatía no debe usarse para tratar afecciones crónicas, graves o que pueden volverse serias.
  • Las personas que eligen la homeopatía pueden poner en riesgo su salud si rechazan o retrasan tratamientos cuya seguridad y eficacia están sustentados en buena evidencia.
  • Las personas que están considerando usar la homeopatía primero deben obtener el consejo de un profesional de la salud. Quienes usan la homeopatía deben informar a su profesional de la salud  y seguir tomando los tratamientos prescritos [2] por este.

En conclusión

Es fácil describir el estado general de la investigación homeopática: la mayoría de los estudios no tienen ningún valor, y ningún producto homeopático ha demostrado ser eficaz para ningún fin terapéutico. En 1999, The Medical Letter on Drugs and Therapeutics, que es el boletín informativo más confiable de la profesión médica, resumió lo que los profesionales de la salud deberían decirles  a los pacientes:

“El contenido químico de los productos homeopáticos a menudo no está definido, y algunos están tan diluidos que es poco probable que contengan algo del material original. Estos productos no han demostrado ser efectivos para ninguna condición clínica. No hay ninguna buena razón para usarlos.”

Estoy de acuerdo. Tampoco hay razón para desperdiciar el escaso dinero para investigación haciendo más pruebas.


Referencias

  1. Evidence on the effectiveness of homeopathy for treating health conditions. NHMRC Information paper, March 2015.
  2. Overview Report: Effectiveness of Homeopathy for Clinical Conditions: Evaluation of the Evidence. Prepared for the NHMRC Homeopathy Working Committee. Optum, October 2013.
  3. Homeopathic products. The Medical Letter 41:20-21, 1999.

 

Por Dr. Stephen Barrett  revisado en 1 de agosto de 2015 , publicado originalmente en Quackwatch; Articulo original
Traducido por Álvaro Caso Chavez
Revisión: Liliana Ruvalcaba