Por otra parte Goop (la página que promueve la venta de estos productos) afirmó que “cree que hay un desacuerdo, la compañía quería resolver este asunto de manera rápida y amistosa” y que el acuerdo no indica ninguna responsabilidad por parte de Goop.

Gwyneth Paltrow es una actriz estadounidense que ha filmado más de 50 películas; es ganadora de un Oscar y un Globo de Oro; ha sido nombrada como una de las mujeres más bellas de acuerdo con la revista People y ha aparecido en la portada de la revista Women’s Health.

Su sitio web “Goop” pasó de ser un blog de moda y belleza para convertirse en un lucrativo negocio de venta de todo tipo de productos y servicios, incluyendo muchos que atentan contra la salud, tales como los mencionados huevos vaginales, duchas vaginales de vapor, piquetes de abejas para combatir las arrugas, desintoxicación con leche de cabra para eliminar parásitos intestinales y un larguísimo etcétera de productos apoyados en pseudociencias que son francamente fraudulentos. Podría parecer increíble, pero el sitio tiene más de un millón de visitas al mes. El perfil del usuario es de mujeres de 25 a 45 años con ingresos anuales superiores a los 60,000 dólares (más de 100,000 pesos mensuales) en EU, Canadá y Europa.

Los huevos vaginales de jade y cuarzo rosado cuestan entre 60 y 65 euros (entre 1,300 y 1,500 pesos mexicanos,  más gastos de envío). Los supuestos beneficios que se obtienen con su uso son: “balancear las hormonas, regular ciclos menstruales, mejorar la energía femenina, favorecer orgasmos y fortalecer músculos vaginales, así como cultivar la energía sexual e intensificar la feminidad” y fueron difundidos a través del artículo “Mejor sexo: huevos de jade para tu yoni” escrito por Paltrow y basado en las recomendaciones de Shiva Rose, quien se describe como “gurú, sanadora e inspiradora taoista”. Yoni es una palabra en sánscrito que se refiere indistinta o conjuntamente al útero, vulva, o vientre, en el sentido de “fuente de vida”

Los huevos están hechos de jade nefrita procedente de China, Canadá o Australia, o de cuarzo rosa (que tienen el supuesto beneficio adicional de “sanar  heridas espirituales y atraer el amor”). De acuerdo con las instrucciones de uso, el huevo de tamaño mediano (3x4 cm) debe usarse durante toda la noche y se debe usar el pequeño (2x8 cm)  durante el día, al caminar, practicar yoga o hacer las actividades diarias.

La medicina desmiente los supuestos beneficios de estos huevos vaginales, advierte los riesgos y recomienda no usarlos bajo ninguna circunstancia.

La principal detractora pública de estos artefactos es la Dra. Jen Gunter, gineco-obstetra canadiense, experta en salud vaginal del Kaiser Permanente Medical Group de San Francisco, miembro del Royal College of Surgeons de Canadá y del American Congress of Obstetricians and Gynecologists.

La doctora ha desmentido los supuestos beneficios de los huevos vaginales, y señala que:

  • Es biológicamente imposible que dichos huevos logren balancear las hormonas.
  • Si no modifican hormonas, tampoco pueden regular el ciclo menstrual. Aun si los huevos liberaran estrógenos podrían hacerlo.
  • Aclara que en su práctica de 20 años como ginecóloga nunca ha escuchado hablar sobre la “energía femenina”, ni acerca de cómo se mide o en donde se aloja.
  • Cuestiona que los huevos vaginales sirvan para el “yoni”, que se traduce del sánscrito como matriz y refiere a todo el tracto reproductivo: vulva, vagina, cérvix y útero, dado que son estructuras diferentes.
  • El aparato reproductor femenino no es depositario de intuición, ni de sabiduría o poder. En el supuesto de que fuera así, se pregunta si esto implicaría que una mujer sin útero sea menos efectiva, o que si a alguien se le realiza una vulvectomía por un cáncer sería menos creativa, sabia o poderosa.
  • Además advierte que, considerando que el jade es poroso, los huevos vaginales de este material pueden convertirse en fuente de propagación de bacterias y ser un factor de riesgo para la vaginosis bacteriana y el síndrome del choque tóxico (trastorno con consecuencias fatales provocado por una toxina bacteriana).
  • Usar el huevo vaginal al caminar implica la contracción permanente del piso pélvico y requiere apretar otros músculos para mantenerlo en el interior, lo que produciría dolor pélvico  e incluso podría causar dolor durante el coito.
  • Si bien los ejercicios Kegel para el piso pélvico pueden ayudar en la incontinencia y hasta podrían mejorar los orgasmos (lo cual no ha sido estudiado con resultados concluyentes), éstos no pueden cambiar las hormonas. Tan importante es la contracción en los ejercicios Kegel como lo es la relajación; mantener el huevo en la vagina requiere contracción, pero nunca se relajan los músculos vaginales.
  • Para la práctica de los ejercicios de Kegel con  fines terapéuticos existen pequeñas pesas de silicona o plástico de grado médico que pueden usarse, pero siempre bajo las instrucciones de un especialista.
  • Advierte también de las posibles consecuencias y complicaciones de no acudir al médico oportunamente para tratar problemas tales como trastornos hormonales, ciclos menstruales irregulares, resequedad vaginal o dolor durante el coito, los cuales deben ser tratados adecuadamente por un especialista.
  • Goop recomienda lavar el huevo después de su uso con una solución de yodo. Esto podría favorecer la aparición de infecciones con hongos, ya que alteraría las bacterias “buenas” (microbiota vaginal normal) y el pHvaginal, que generalmente es ligeramente ácido.

La Dra. Christine Greves, gineco-obstetra del Hospital Winnie Palmer de Orlando declaró para CBS que “no existe evidencia científica que permita creer que esos huevos son seguros o efectivos para las mujeres”. Señaló que no cuentan con la aprobación de la FDA ni de ningún estudio médico que apoye los supuestos beneficios. Puntualizó que no recomendaría a ninguna de sus pacientes usarlos.

“Si una mujer tiene quejas sobre su vagina, nota mal olor o flujo anormal, debe acudir al médico, ya que podrían ser señales de una infección que deberá ser tratada adecuadamente, de lo contrario, podría convertirse en una infección crónica”- recomendó. “Lo mismo en caso de tener problemas con orgasmos”. Lo más importante es descubrir las causas del problema y encontrar alternativas seguras.

El jade nefrita es un hidroxisilicato de calcio hierro y magnesio (Ca2(Mg,Fe)5(OH)2(SiO11)2. Cuanto más hierro, más verde es el jade. Su dureza es de 6 a 6.5 en escala de Mohs, una escala relativa de comparación entre minerales, cuyo mínimo es 1 para el talco, y cuyo máximo es 10 para el diamante. La estructura de fibras entrelazadas hacen que el pulido del jade nefrita nunca sea perfecto dada la disposición de cristales fibrosos, por lo cual siempre presenta pequeñas irregularidades o cavidades. Tiene brillo casi vítreo pero menos nítido que la jadeíta (otro tipo de jade). Hay de varios colores: verde, blanco, amarillo y gris. Puede presentar manchas marrones por la presencia de óxidos. Su nombre proviene de la palabra griega “nefros” que se relaciona con el riñón, ya que se le atribuían (y por lo visto se sigue haciendo) propiedades curativas de ese órgano. El jade nefrita se encuentra en Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Nueva Guinea, Sulawesi (Indonesia), China en la zona del Kunlum, en Corea y en Siberia.

Complementos de la comercialización:

Si bien los huevos vaginales saltaron a la fama por Gwyneth Paltrow, Goop es solo unos de los sitios donde se pueden adquirir. Hay cientos o quizá miles de páginas web que los promocionan como parte del “tao del Amor”, y los relacionan con prácticas secretas ancestrales en China (3000 a. C.) en las cortes, con las esposas y concubinas del emperador, aunque no hay registro ni evidencia histórica de su uso; sin embargo, son parte de los espectáculos eróticos actuales en Hong Kong.

Los hay de diversos materiales como obsidiana, lapislázuli y hasta amatista. También de diferentes tamaños.

La mayoría tiene una perforación en el centro que permite pasar un hilo dental para fijarlos, con el consecuente incremento en el riesgo de proliferación de agentes infecciosos, como bacterias y hongos.

Se les atribuyen beneficios adicionales, como el poder de atracción y seducción: “hasta cuando caminas por la calle atraes miradas masculinas”; y van acompañados de rituales de “carga energética” en noches de luna llena, guardarlos en bolsas de seda, y tenerlos en un pequeño altar. Para esos rituales también se comercializa el incienso correspondiente, así como velas, sándalo, y muchas cosas más.

También hay páginas de grupos de ayuda, que dan consejos para esterilizar y limpiar los huevos… con la respectiva venta de productos: aceite esencial de árbol del té, extracto de semilla de toronja (pomelo) y vinagre de sidra de manzana… algunos otros recomiendan lavarlo con vodka o whisky.

Incluso encontré cursos en línea para aprender el uso correcto de los huevos y aprovechar sus beneficios, durante 8 semanas por la no despreciable cantidad de 90 a 100 euros (equivalente a 2,000 a 2,800 pesos mexicanos) .

[Algunas usuarias satisfechas que accedieron a platicarme sobre sus experiencias destacaron su “uso terapéutico” pero no para dolencias reales, sino para curar sus emociones, aumentar la “energía femenina” y prevenir trastornos hormonales por menopausia. Todas refieren mejoras subjetivas en la fuerza de sus músculos pélvicos y en la calidad de sus orgasmos; algunas de ellas hasta atribuyen pérdida y mejora en su “energía”].

Aunados al uso de huevos vaginales, Paltrow y sus seguidoras recomiendan duchas vaginales de vapor y otras celebridades están recomendando productos y procedimientos para mejorar las relaciones sexuales,   desde el uso de cápsulas de brillo con sabores dulces, tratamientos para “rejuvenecer la vagina” (como si tal cosa fuera posible o importante), decoración del pubis con cristales (Vajazzling) y hasta el blanqueamiento del ano.

Las duchas vaginales de vapor son promocionadas para “desintoxicar” la vagina tanto física como “espiritualmente”, así como para la descarga energética y el balance de hormonas femeninas, por un costo de 50 dólares (unos 1,000 pesos mexicanos) por sesión. Consisten en un tratamiento de sauna, sentada  en una especie de trono, con luces infrarrojas donde suben los vapores de artemisa (hierba de San Juan) y ajenjo por la vagina para limpiar el “yoni”.

Los médicos afirman que no hay necesidad de tal desintoxicación, que incrementar la temperatura en la zona vaginal (por medio del vapor o de rayos infrarrojos) es perjudicial para las cepas de lactobacilos que mantienen saludables a la vagina, por lo que las duchas no sólo no son benéficas, sino que podrían resultar perjudiciales y peligrosas.

La Dra. Gunter afirma que no existe la posibilidad de balancear las hormonas reproductivas con el vapor. Ni aún el estrógeno vaporizado podría cumplir con ese objetivo.

Las cápsulas vaginales de brillo “Glitter bombs”, comercializadas por Pretty Woman Inc., son cápsulas de gelatina que se introducen en la vagina una hora antes del acto sexual para “asegurar un orgasmo brillante y sabroso”. La cápsula se humedece por los líquidos vaginales naturales y se disuelve, liberando fluidos con brillos y sabor dulce.

Las cápsulas contienen brillos (glitter) comestibles, de almidón de maíz, goma arábiga, acacia y estearatos vegetales. Según sus distribuidores, esto “No es tóxico. Es biodegradable en suelo y agua. Sustentable y eco-friendly (amigable con el medio ambiente)”. La única advertencia es para personas alérgicas al aceite de coco o la sacarosa; y se advierte del riesgo por “ataques de asma por ingestión de partículas durante el sexo oral”.

La Dra. Jen Gunter advierte del riesgo potencial que implican las cápsulas, ya que interfieren con el balance de bacterias benéficas, pueden propiciar infecciones y aumentar el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual.

“Que algo sea seguro para tus labios no implica que lo sea para tu vagina” dice la Dra. Gunter.

Si el glitter no es de plástico, debe ser de azúcar, lo cual en la vagina favorecería la proliferación de bacterias dañinas, causando vaginosis, y podría  ocasionar dermatitis vaginal y hasta causar quemaduras.

Aly Dilks, directora de la Clínica de la Salud de la Mujer, advierte que “es una tendencia bastante peligrosa, porque deja a la vagina propensa a ardor, comezón, dolor e infecciones, ya que cambia el equilibrio del pHinterno”.  Destaca que los residuos de la cápsula permanecen en la vagina un promedio de 5 días.

Yolanda Kirkham, gineco-obstetra del Hospital Women’s College de Toronto, advierte que es un “ambiente propicio para la proliferación de hongos que crecen en ambientes húmedos y la presencia de azúcar empeora el panorama”.

Señala, además, que no es un producto aprobado por la FDA y que sólo tiene grado cosmético.

Lo único positivo del sitio Goop es su advertencia final: “Consulta a tu médico antes de usar algunos de estos productos”…. Y, como hemos visto, un ginecólogo no te recomendaría su uso.

 

Referencias

      Atribución CC BY Laura Domingo