El GH3 fue desarrollado por la Dra. Anna Aslan (1897-1988), una médica rumana, que comenzó a promoverla a mediados de la década de 1950. Los productos inyectables y orales estudiados durante la década de 1980 consistieron en cloruro de procaína con ácido benzoico (un conservador), metabisulfito de potasio (un antioxidante) y fosfato disódico (un "buffer" o amortiguador) [1].

La Oficina Nacional de Turismo de Rumania, algunos médicos estadounidenses y un desfile de vendedores independientes lo han promovido como una sustancia antienvejecimiento: "el secreto del eterno vigor y la juventud". Se han hecho afirmaciones de que el GH3 puede prevenir o aliviar una amplia variedad de trastornos, que incluyen artritis, arteriosclerosis, angina de pecho y otras afecciones cardíacas, neuritis, sordera, enfermedad de Parkinson, depresión, psicosis senil e impotencia. También se afirma que estimula el crecimiento del cabello, restaura la pigmentación de las canas y restaura la firmeza de la piel. El ingrediente principal del GH3 es la procaína, una sustancia utilizada para la anestesia local.

En 1977, una revisión encargada por el Instituto Nacional del Envejecimiento concluyó que, aunque muchos estudios no controlados describen grandes beneficios del uso del GH3, los ensayos controlados que usan procaína no han podido demostrar ninguno.  Hipotensión, dificultad para respirar y convulsiones se han reportado entre los efectos adversos sufridos por los usuarios [2]. Una reciente Revisión de Cochrane, examinó los estudios de productos identificados como KH3, novocaína, GH3, Trofibial, Zell H3, Vitacel, GH7 o Ultimate 9 y concluyó:

"Esta revisión sugiere que la evidencia de los efectos perjudiciales de la procaína y sus preparaciones es más sólida que la evidencia del beneficio en la prevención y / o el tratamiento de la demencia o el deterioro cognitivo". Existe cierta evidencia de estudios anteriores de que las preparaciones de procaína podrían mejorar la memoria en personas sin deterioro cognitivo. Sin embargo, la evidencia clara de los efectos secundarios sugiere que los riesgos podrían ser mayores que los beneficios. A la luz de lo anterior, las fuertes afirmaciones publicitarias de las preparaciones de procaína deben retirarse hasta que se realicen ensayos de tamaño, duración y calidad adecuados [3].

Al observar que el ácido paraaminobenzoico (PABA) aparece en la orina de las personas que reciben inyecciones de procaína, algunos fabricantes estadounidenses han estado vendiendo tabletas de procaína que contienen PABA, con afirmaciones falsas similares a las hechas para el GH3. Las agencias federales han tomado medidas regulatorias contra varios vendedores de GH3, y la FDA ha emitido una alerta de importación [4]. Sin embargo, productos similares aún se comercializan ampliamente.

Referencias

    1. Thomas R. Procaine: Will it keep you younger? Medical Journal of Australia 1: 543-545, 1983.
    2. Ostfield A y otros. El uso sistemático de la procaína en el tratamiento de los ancianos: una revisión. Revista de la Sociedad Americana de Geriatría 25: 1-19, 1997.
    3. Szatmáru S, Bereczki D. Tratamientos con procaína para la cognición y la demencia. Base de datos Cochrane de revisiones sistemáticas, 8 de octubre; (4): CD0059, 2008.
    4. Gerovital (KH3 - GH3, etc.). Alerta de importación de la FDA # 61-01, 2 de octubre de 2009.

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    Por Stephen Barrett, M.D. Este artículo fue revisado el 27 de febrero de 2011 , publicado originalmente en Quackwatch;
    Some Notes on Gerovital and Related Products

    Con autorización de Quackwatch

    Traducción : Manuel Guiza
    Revisión  : Javier Delgado