En 1991, los investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades Estados Unidos. estudiaron doce revistas populares de salud y fisicoculturismo (un número de cada una) y encontraron anuncios de 89 marcas y 311 productos con un total de 235 ingredientes únicos. Health Foods Business estima que, en 1996, las ventas totales de dichos productos a través de tiendas de alimentos saludables superaron los $204 millones de dólares. También se venden a través de farmacias y supermercados.

Raíces de la mitología "ergogénica"

La noción de que se necesitan cantidades masivas de proteínas durante el entrenamiento ha evolucionado a partir de las antiguas creencias de que se obtenía una gran fuerza al comer carne cruda de leones, tigres u otros animales que mostraban una gran fuerza de combate. Hoy, aunque pocos atletas consumen carne cruda, la idea de que "eres lo que comes" sigue siendo ampliamente promovida por los fanáticos de la comida.

A principios de 1900, cuando se descubrió que los músculos contenían proteína, los atletas y entrenadores concluyeron erróneamente que la misma era el componente principal. (En realidad, el componente principal es agua.) Estas creencias sobre las proteínas fueron reforzadas durante la década de 1930 por Bob Hoffman (1899-1985) y más tarde por Joe Weider (1923-2013), quienes publicaron revistas dirigidas a fisicoculturistas y levantadores de pesas. Dichos autores afirmaron que los atletas tienen necesidades especiales de proteínas, que los suplementos de proteínas tienen poderes especiales de desarrollo muscular y de salud, y que la forma más eficiente de obtener suficiente proteína son los suplementos. Los hechos científicos son diferentes. El desarrollo muscular no es causado por el consumo de proteínas adicionales. Es estimulado por el aumento del trabajo muscular. Una vez que se han satisfecho las necesidades básicas de proteínas, la pequeña cantidad adicional necesaria durante el entrenamiento intenso se puede obtener fácilmente de una dieta equilibrada. Pocos estadounidenses  no consumen cantidades adecuadas de proteínas (N del E: lo mismo aplica a los habitantes de otros países desarrollados).

Hoffman comercializó productos de suplemento y equipos de fisicoculturismo a través de su York Barbell Company, de York, Pennsylvania. Escritor prolífico, publicó dos revistas y más de treinta libros sobre acondicionamiento físico y nutrición. Durante muchos años, los productos nutricionales de York Barbell fueron promovidos con afirmaciones falsas y engañosas. En 1960, la compañía fue acusada de etiquetar erróneamente su Concentrado de Aceite de Germen Energol, porque la literatura que lo acompañaba afirmaba falsamente que prevenía o trataba más de 120 enfermedades y afecciones, incluyendo epilepsia, cálculos biliares y artritis. En 1961 otros quince productos York Barbell fueron confiscados por estar mal etiquetados. En 1968 un mayor número de productos fue atacado por el gobierno, por razones similares. En 1972, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) incautó tres tipos de suplementos de proteína York Barbell, denunciando etiquetados erróneos con afirmaciones falsas y engañosas de fisicoculturismo. En 1974, la compañía nuevamente fue acusada de etiquetar erróneamente Energol y suplementos proteicos. Se afirmaba que el aceite (de Energol) era una fuente especial de vigor y energía. Se han hecho falsas afirmaciones de fisicoculturismo acerca de  los suplementos de proteínas.

A pesar de sus muchos roces con la ley, Hoffman alcanzó una considerable prominencia profesional. Durante su carrera deportiva, primero como remero y luego como levantador de pesas, recibió más de 600 trofeos, certificados y premios. Fue el entrenador olímpico de levantamiento de pesas de 1936 a 1968 y miembro fundador del Consejo Presidencial para Aptitud Física y Deportes.

Weider comenzó el fisicoculturismo cuando era adolescente y tenía dieciséis años cuando lanzó un boletín llamado Your Physique (Tu físico). Unos años más tarde, comenzó una empresa que vendía equipos de fisicoculturismo y folletos instructivos por correo. En 1946 Ben, el hermano de Joe, se unió al negocio y crearon la Federación Internacional de Fisicoculturistas, que promueve el deporte en todo el mundo y patrocina competencias. Según informes de prensa, su imperio comercial ahora recauda más de $500 millones de dólares anuales.

Weider Nutritional International es el actor dominante en el mercado de suplementos deportivos, con ventas anuales reportadas de $350 millones de dólares [1]. Publica siete revistas, vende equipos de fisicoculturismo, transmite "Muscle Magazine" en ESPN y patrocina muchos eventos deportivos y aeróbicos durante todo el año. Las revistas son Muscle & Fitness, Shape, Flex, Living Fit, Prime Health & Fitness, Men's Fitness y Senior Golfer. Los suplementos incluyen Anabolic Mega-Pak, Dynamic Life Essence, Dynamic Super Stress-End, Dynamic Power Source, Dynamic Driving Force, Dynamic Fat Burners, Dynamic Liver Concentrate Energizer, Dynamic Sustained Endurance, Dynamic Recupe, Dynamic Body Shaper y Dynamic Muscle Builder. Ninguno de estos productos parece capaz de hacer lo que sugiere su nombre, y ninguno contiene nutrientes que no se puedan obtener fácilmente de una dieta equilibrada.

Weider también tuvo varios roces con la ley. En cinco casos entre 1972 y 1975, los jueces de derecho administrativo del Servicio Postal de Estados Unidos concluyeron que él y/o sus compañías habían hecho declaraciones falsas para un sistema de autodefensa y que varios productos prometían producir pérdida de peso rápida, aumento de peso rápido o modelado corporal [2-6]. En 1984, la Comisión Federal de Comercio (FTC por sus siglas en inglés) denunció que los anuncios de Anabolic Megabol-Pak (que contenía aminoácidos, minerales, vitaminas y hierbas) y Dynamic Life Essence (un producto de aminoácidos) eran engañosos. La queja de la FTC se resolvió en 1985, cuando Weider y la compañía acordaron no afirmar falsamente que estos productos ayuden a desarrollar músculos o ser sustitutos efectivos de los esteroides anabólicos. También acordaron pagar un mínimo de $400,000 de dólares en reembolsos o (si los reembolsos no alcanzaran esta cifra) financiar investigación sobre la relación entre la nutrición y el desarrollo muscular. Aunque las aseveraciones prohibidas ya no aparecen en los anuncios de Weider, aparecen mensajes similares en artículos en las revistas y están implícitos en avales e imágenes de atletas musculares, así como en los nombres de los productos mismos. Las afirmaciones falsas y engañosas también aparecieron en una serie de 18 folletos publicados en 1990 por Weider Health & Fitness y fueron comercializados en las tiendas GNC. En 2000, Weider Nutritional International resolvió otra queja de la FTC con referencia a afirmaciones falsas sobre presuntos productos para perder peso. El acuerdo de conciliación exigía el pago de $400,000 de dólares a la FTC para el consumidor y la prohibición de hacer afirmaciones no fundamentadas para todo alimento, medicamento, suplemento dietético o programa [7].

El mercado se expande

Durante la década de 1970, además de los suplementos de proteínas y una variedad de vitaminas, los principales productos promocionados por los atletas fueron el aceite de germen de trigo y el polen de abeja (que se afirma falsamente aumentan la energía y la resistencia). A principios de la década de 1980, Weider Health & Fitness introdujo una línea de "Olímpicos" que, según se dice, fue desarrollada trabajando en estrecha colaboración con "atletas olímpicos e investigadores de la nutrición". La mayoría eran brebajes de vitaminas de liberación sostenida que incluían uno o dos ingredientes exóticos. A medida que creció el interés público en el ejercicio, varias compañías farmacéuticas comenzaron a afirmar falsamente que los suplementos multivitamínicos o de "estrés" eran justo lo que las personas activas necesitaban.

Life Extension (Extensión de vida), de Durk Pearson y Sandy Shaw, fue publicado en 1982 y seguido por las apariciones de los autores en cientos de programas de radio y televisión. El libro afirmaba que los suplementos de ciertos aminoácidos harían que el cuerpo liberara hormona de crecimiento, lo que produciría crecimiento muscular y pérdida de grasa con poco o ningún esfuerzo. Estas afirmaciones se basaron en extrapolaciones defectuosas de experimentos en los que los animales recibieron grandes dosis de estos aminoácidos mediante inyección. La ingestión de aminoácidos no hace que los humanos liberen la hormona del crecimiento. Pero la publicidad masiva obtenida por Pearson y Shaw inspiró a la industria de alimentos saludables a comercializar cientos de nuevos productos para atletas y personas que hacen dieta. Se afirma falsamente que muchos de estos productos son "esteroides naturales" o "sustitutos de esteroides". En los años siguientes se han agregado decenas de otros ingredientes inútiles a las "ayudas ergogénicas".

Algunos fabricantes no hacen este tipo de afirmaciones en sus anuncios, pero las implican en los nombres de los productos. Muchos usan imágenes de atletas para transmitir sus mensajes. Algunos hacen afirmaciones explícitas en sus anuncios o en la literatura de los productos, mientras que otros usan elogios exagerados. Varios han publicado gráficas que sugieren cuáles productos son buenos para fines específicos. Algunos incluso comercializan productos para deportes específicos.

Verdades simples

Los atletas que comen una dieta equilibrada no necesitan proteínas ni vitaminas adicionales. En The Complete Sports Medicine Book for Women (El libro completo de medicina deportiva para mujeres), el especialista en medicina deportiva Dr. Gabe Mirkin, y la ginecóloga Dra Mona Shangold, explican por qué:

No necesitas mucha proteína extra, incluso para aumentar tus músculos. Por ejemplo, una libra (453.592 gramos) de músculo contiene sólo alrededor de 100 gramos de proteína, ya que su composición es más del 72% de agua. Entonces, si está ganando una libra de músculo cada semana mediante un excelente programa de entrenamiento de fuerza, sólo está agregando unos 100 gramos de proteína por semana, o aproximadamente 15 gramos de proteína cada día. Dos tazas de maíz y frijoles satisfarán esta necesidad, mucho menos de lo que cabría esperar...

Los requisitos para sólo cuatro vitaminas aumentan con el ejercicio: tiamina, niacina, riboflavina y ácido pantoténico. Estas vitaminas se usan mínimamente en la descomposición de carbohidratos y, en un pequeño grado, de proteínas para obtener energía. Pero las encontrarás abundantemente en la comida... Además, nunca se han reportado deficiencias de estas vitaminas en atletas.

¿Qué pasa con otros productos? La investigación más exhaustiva la realizó David Lightsey, un fisiólogo del ejercicio y nutricionista que coordina la Fuerza de Tarea para Ayudas Ergogénicas del Consejo Nacional contra el Fraude a la Salud. En los últimos cuatro años ha telefoneado a más de 80 empresas que comercializan "ayudas ergogénicas". En una entrevista reciente, Lightsey me dijo:

En cada caso, le dije a un representante de la compañía que me habían pedido que recolectara datos sobre sus productos, y que emitiera un reporte formal. Una vez que describieron los supuestos beneficios, les preguntaba cómo se recopilaron los datos que respaldan estas afirmaciones. A medida que mis preguntas se volvían más específicas, sus respuestas se volvieron más vagas. Algunos dijeron que no podían ser más específicos porque no deseaban revelar secretos comerciales.

Terminé cada entrevista con una solicitud de documentación escrita. Menos de la mitad envió algo. La mayoría de los estudios que enviaron estaban mal diseñados y no demostraban nada. Los pocos que estaban bien diseñados no respaldaban las afirmaciones de productos, sino que estaban fuera de contexto.

Algunas compañías afirmaron que un equipo u otro usaba sus productos. En cada uno de estos casos me puse en contacto con la gerencia del equipo y me enteré de que, aunque uno o más jugadores usaban productos de la compañía, la gerencia no había respaldado dichos productos ni alentado su uso.

Lightsey cree que hay dos razones por las cuales muchos atletas creen que varios productos les han ayudado: (1) el uso del producto a menudo coincide con una mejora natural debido al entrenamiento, y (2) una mayor confianza en sí mismo o un efecto placebo inspira un mayor rendimiento. Sin embargo, cualquier "beneficio psicológico" debe sopesarse contra los peligros de la desinformación, el desperdicio de dinero, la fe equivocada y los efectos físicos adversos, tanto conocidos como desconocidos, que pueden resultar de las megadosis de nutrientes. Además, ¿cuántas personas que participan en programas de acondicionamiento físico o deportes recreativos necesitan un placebo para inspirarse?

Se necesita más medidas de aplicación

El gobierno ha hecho pocos esfuerzos para proteger a los consumidores de malgastar su dinero en productos con "nutrientes deportivos". La FTC tomó la acción mencionada anteriormente contra Weider Health & Fitness, el líder del mercado. En 1986, la agencia actuó contra AH Robins y su subsidiaria, la Viobin Corporation, que había estado haciendo afirmaciones falsas sobre productos de aceite de germen de trigo durante más de quince años. El caso se resolvió con un acuerdo de consentimiento que prohíbe las declaraciones de que el aceite puede ayudar a los consumidores a mejorar la resistencia, el vigor u otros aspectos de la aptitud atlética, o que su ingrediente activo "octacosanol" está relacionado de alguna manera con el tiempo de reacción del cuerpo, la absorción de oxígeno, deuda de oxígeno o el rendimiento deportivo.

En 1992, el Departamento de Asuntos del Consumidor de la Ciudad de Nueva York (DCA por sus siglas en inglés) publicó un informe llamado ¡Pastillas mágicas para los músculos! Fraudes de salud y estado físico en suplementos nutricionales. Los investigadores del DCA descubrieron que los fabricantes a los que contactaron para obtener información sobre sus productos no podían proporcionar un solo informe publicado en una revista científica para respaldar las afirmaciones de que sus productos podrían beneficiar a los atletas. Junto con su informe, el DCA emitió "avisos de infracción" a seis empresas cuyos productos fueron investigados. También advirtió a los consumidores que tengan cuidado con términos como "quemador de grasa", "luchador contra grasa", "metabolizador de grasa", "potenciador de energía", "refuerzo de rendimiento", "amplificador de fuerza", "ayuda ergogénica", "optimizador anabólico" y "optimizador genético". Al llamar a la industria de suplementos de fisicoculturismo "un engaño económico con consecuencias poco saludables", los funcionarios del DCA instaron a la FDA y la FTC a detener las "afirmaciones descaradamente similares a las de medicinas" y la publicidad falsa utilizada para promocionar estos productos.

En 1994 la FTC llegó a un acuerdo de consentimiento en virtud del cual General Nutrition Inc. pagó $2.4 millones de dólares para resolver los cargos por anunciar falsamente 41 productos, la mayoría de los cuales habían sido empaquetados por otros fabricantes. Los productos incluían Quemadores de Grasa Súper Weider, once "constructores de músculos" y cinco "ayudas ergogénicas" falsas. No se tomaron medidas contra los otros fabricantes, pero el personal de la FTC está consciente de que el mercado de "nutrición deportiva" necesita limpieza.

La FDA tiene el derecho legal de vetar afirmaciones de que ciertos productos estimulan la actividad hormonal o alteran el metabolismo del cuerpo. ( Afirmaciones de este tipo permiten a la agencia clasificarlas como fármacos y prohibir los usos no aprobados). En 1994 David Lightsey y yo solicitamos a la FDA que prohibiera todos los ingredientes usados en estos productos que no demostraran ser seguros y efectivos para su uso previsto y que emitiera una advertencia pública de que la FDA no los reconoce como efectivos. La agencia respondió que nuestra petición "no contenía evidencia científica de que las afirmaciones descritas en la petición eran tales que los productos lo son [...] nuevos medicamentos no aprobados" y que "no proporcionaba evidencia científica que permitiera a la FDA evaluar la validez de las afirmaciones."

Este artículo fue adaptado de The Vitamin Pushers: Cómo la industria de “alimentos saludables” le está vendiendo a Estados Unidos una lista de productos.

Para más información

Referencias

    1. Muscle & Fitness 60(7):216-241, 1999.

    2. In the matter of the complaint against Joe Weider, Trainer of Champions. P.S. Docket No. 1/131, Dec 13, 1972.

    3. In the matter of the complaint against Weider Distributors, Inc., d/b/a Joe Weider. P.S. Docket No. 3/27, July 17, 1974.

    4. In the matter of the complaint against Joe Weider, Body Persuasion Systems, “5” Minute Body Slimmer Plan, and “5” Body Shape Plan. P.S. Docket No. 2/96, March 19, 1975.

    5. In the matter of the complaint against Joe Weider, d/b/a Joe Weider, Crash Weight Plan, and Weider Barbell Co. P.S. Docket No. 2/81, Oct 29, 1975.

    6. In the matter of the complaint against Joe Weider. P.S. Docket No. 2/74, Nov 17, 1974, Nov 14, 1975.

    7. Weider Nutrition agrees to settle FTC charges of unsubstantiated claims for herbal dietary supplements. FTC news release, Oct 5, 2000.

    Por Dr Stephen Barrett, este artículo fue revisado el 6 de octubre de 2000

    publicado originalmente en Quackwatch;
    Don't Buy Phony "Ergogenic Aids"


    Traducción : Elliot Payen
    Revisión : Samantha McDermott