Artículo original en inglés por Samuel Homola, Doctor en Quropráctica
Mi padre era quiropráctico; egresó de la Escuela de Quiropráctica Palmer en Davenport, Iowa, en 1920. Siguiendo sus pasos, me inscribí como estudiante en el Lincoln Chiropractic College en Indianápolis, Indiana, en 1952. Al igual que mi padre, yo creía que la manipulación quiropráctica o "ajuste" de la columna vertebral podía usarse para tratar enfermedades orgánicas, corrigiendo vértebras mal alineadas o "subluxadas" para eliminar la presión sobre los nervios espinales, creencia expresada en 1895 por D.D. Palmer, un tendero que también fue "sanador magnético". Palmer afirmó haber curado un caso de sordera al "alinear" una vértebra torácica en su lugar. Poco después, afirmó que el 95 por ciento de las enfermedades son causadas por vértebras desplazadas.
Durante mis primeros dos años como estudiante de quiropráctica, me pareció evidente que las teorías de subluxación de Palmer no podían ser correctas. Por un lado, el nervio acústico que proporciona la función de la audición es un nervio craneal que conecta el cerebro con el oído interno, siguiendo las vías dentro del cráneo, muy alejado de la cuarta vértebra torácica "alineada" por Palmer.
También aprendí, por medio de libros de anatomía y fisiología, que los órganos del cuerpo están inervados por ganglios nerviosos autónomos y plexos ubicados fuera de la columna vertebral (algunos de los cuales reciben fibras autónomas preganglionares de la porción torácica y lumbar superior de la médula espinal) y por pares craneales y nervios sacros que pasan a través de aberturas óseas sólidas, los cuales no se ven afectados por la desalineación de una vértebra. (El décimo nervio vago craneal pasa desde una abertura a cada lado de la base del cráneo y está asociado a las vísceras torácicas y abdominales. Los órganos pélvicos están asociados a los nervios sacros autónomos.) La superposición de los nervios autónomos de múltiples fuentes, junto con las hormonas y otros factores, aseguran la función involuntaria de los órganos del cuerpo independientemente de los nervios espinales, que están diseñados principalmente para irrigar la piel y la función voluntaria de las estructuras musculoesqueléticas. Esta es la razón por la cual los órganos del cuerpo continúan funcionando cuando una lesión de la médula espinal en el cuello paraliza las estructuras musculoesqueléticas del cuello hacia abajo. De hecho, aunque los nervios autónomos están involucrados en la regulación de la función de los órganos, un órgano trasplantado que está conectado al flujo sanguíneo puede funcionar bastante bien sin la reconexión de los nervios cortados. La compresión de un nervio espinal da como resultado la pérdida de las funciones sensoriales y motoras únicamente en el área musculoesquelética conectada al nervio afectado. Por lo cual estas lesiones no resultan en un abanico de enfermedades.
La búsqueda de la verdad
Después de concluir que la manipulación espinal (ajuste espinal) no era la panacea proclamada por mis profesores, pasé un tiempo considerable en la biblioteca de la facultad de medicina leyendo libros de texto escritos por especialistas en medicina ortopédica y física. Estos textos apoyaban el uso de la manipulación espinal para tratar el dolor (de tipo mecánico) de cuello y espalda: una opción que no estaba disponible en los departamentos de medicina física. La terapia física no se enseñaba en la escuela de quiropráctica a la que asistía, así que leí Physical Medicine in General Practice (en español Medicina física en la práctica general) de Bierman y Licht, un libro de texto referente en medicina que describía métodos de tratamiento físico, incluida la manipulación espinal [1]. También me apoyé en el trabajo del Dr. James Mennell, un especialista en medicina física, autor de The Science and Art of Joint Manipulation: The Spinal Column (en español La ciencia y arte de la manipulación de articulaciones: la columna vertebral) [2]. Continué este estudio extracurricular hasta el día en que me gradué del Lincoln College.
Cuando comencé mi trabajo como quiropráctico en la ciudad de Panamá, Florida, en 1956, coloqué un pequeño anuncio en el periódico local anunciando que mi consultorio ofrecía "atención especializada para el dolor de espalda y las condiciones de la columna vertebral", combinando la manipulación espinal con modalidades de fisioterapia. Hubo poca respuesta al anuncio. A pesar de que los quiroprácticos locales estaban bastante ocupados tratando toda una gama de enfermedades mediante el ajuste de las vértebras, la mayoría de la gente pensaba en la quiropráctica como una forma de charlatanería. Sin embargo, la teoría quiropráctica que establecía que ciertas enfermedades podrían curarse manipulando la columna vertebral para aliviar la presión sobre los nervios espinales, era atractiva para una parte de la población. Los anuncios que prometían curas no ofrecidas por la medicina convencional atrajeron a muchos pacientes con enfermedades crónicas.
Después de algunos años de lucha como un "especialista de espalda", compitiendo con quiroprácticos basados ??en la subluxación, llegué a la conclusión de que la quiropráctica, como método de tratamiento de enfermedades orgánicas, merecía la sospecha del público y la crítica de los principales proveedores de servicios de salud. No encontré ninguna evidencia creíble para apoyar la teoría de que una subluxación vertebral puede afectar la salud general. Si bien la manipulación espinal podría alterar temporalmente las señales de los receptores responsables de la percepción del dolor de espalda (nociceptores), no vi ninguna razón para creer que los efectos fisiológicos temporales de la manipulación espinal puedan afectar significativamente la salud general. Así que comencé a criticar los aspectos controvertidos de la atención quiropráctica a fin de proteger la salud pública, así como para promover la reforma de mi profesión y respaldar el uso apropiado de la manipulación espinal.
Oposición a la teoría de la subluxación
Mi primer libro, Bonesetting, Chiropractic, and Cultism, (en español Curación de huesos, quiropráctica y su culto) publicado en 1963, se deslindó de la teoría de la subluxación quiropráctica y recomendó que la quiropráctica se desarrollara como una especialidad para tratar el dolor de espalda de tipo mecánico [3]. La revista The Library Journal le otorgó una crítica positiva:
Se ha reunido una gran cantidad de información de muchas fuentes. La quiropráctica se muestra como un culto sin ninguna base científica o sustancia. [...] Dada la ausencia de historias extensas de quiropráctica, este libro tiene un lugar en colecciones médicas y bibliotecas de referencia [4].
Las publicaciones de quiropráctica ignoraron el libro y la Asociación Estadounidense de Quiropráctica canceló tanto mi membresía como la cobertura por negligencia por parte de su compañía de seguros. Pero yo continué expresando mis puntos de vista en artículos publicados tanto en revistas especializadas como populares, oponiéndome a la teoría de la subluxación mientras promovía el uso apropiado de la manipulación espinal [5] (Homola 1992). Mi trabajo publicado provocó, invariablemente, comentarios negativos de los miembros de la comunidad de quiroprácticos. Uno de mis artículos en una edición de 1995 de Scholastic Coach and Athletic Director (en español Entrenador escolástico y director atlético), titulado "Sense and Nonsense in Chiropractic Care of the Back" (en español "Sentido y sin sentido del cuidado quiropráctico de la espalda") [6], provocó amenazas de revocación de mi licencia. Una carta genérica a los “Estimados colegas”, distribuida por un quiropráctico dentro de la comunidad de profesionales, concluía con esta petición:
Creo que este quiropráctico es más dañino para nuestra profesión hoy que hace 30 años. A nivel personal, apreciaría que me hicieran llegar cualquier información que pudieran tener al respecto. Por favor contáctenme personalmente al [número de teléfono] si consideran que debemos preocuparnos respecto al futuro de la profesión de quiropráctica.
Aparentemente, había miedo entre algunos de mis colegas de que mis puntos de vista destruyeran la profesión quiropráctica. Mi principal preocupación, sin embargo, fue ofrecer apoyo para el uso apropiado de la manipulación espinal, aparte de la teoría de la subluxación quiropráctica, con la esperanza de ayudar al desarrollo de la quiropráctica como una especialidad musculoesquelética basada en la ciencia.
En mi último año de práctica, 1998, mi artículo "Finding a good chiropractor" (en español “Encontrar a un buen quiropráctico” [7] fue publicado en Archives of Family Medicine, una revista de la Asociación Médica Estadounidense. Aprendí, por experiencia, que muchos médicos eran receptivos al uso apropiado de la manipulación espinal proporcionada por un quiropráctico, debidamente supervisado y dispuesto a intercambiar notas sobre el cuidado de pacientes con dolor de espalda de tipo mecánico. Los médicos que recibían solicitudes de pacientes que querían ver a un quiropráctico podían evitar tratamientos cuestionables basados en subluxación, enviándolos con un "buen quiropráctico", seleccionado cuidadosamente.
En 1999, mi libro Inside Chiropractic (en español Dentro de la quiropráctica), editado por el Dr. Stephen Barrett, fue publicado por Prometheus Books [8]. La portada describe el libro como útil tanto para médicos como para el público en general:
Inside Chiropractic hace una contribución importante y única a la literatura sobre la quiropráctica. Hasta que la quiropráctica no esté debidamente especializada y regulada, los consumidores tendrán que aprender a tomar una decisión informada para encontrar un buen profesional. Este libro es imprescindible para los lectores que están considerando la atención quiropráctica, y una referencia valiosa para los profesionales de la salud que desean saber de qué se trata la quiropráctica.
En abril de 2001, la edición en línea de Medscape General Medicine publicó mi artículo "Is the Chiropractic Subluxation Theory a Threat to Public Health?" (en español “¿Es la teoría quiropráctica de la subluxación una amenaza a la salud pública?”, que había sido publicado previamente en enero de 2001 en Scientific Review of Alternative Medicine and Aberrant Medical Practices [9] (en español Reseña científica de la medicina alternativa y prácticas médicas aberrantes). Recibí una avalancha de correos electrónicos y cartas. Recibí elogios de profesionales de la salud convencionales (y algunos quiroprácticos), pero la mayor parte de mi correo provino de quiroprácticos que me reclamaron mis opiniones. El presidente de la Asociación Estadounidense de Quiropráctica describió mi artículo como "obsoleto e impreciso" y le pidió a Medscape eliminarlo de su sitio web [10].
En 2006, Clinical Orthopedics and Related Research (en español Ortopedia clínica e investigaciones relacionadas), una revista importante revisada por pares para cirujanos ortopédicos, publicó mi artículo “Chiropractic: History and Overview of Theories and Methods” (en español “Quiropráctica: historia y sinopsis de teorías y métodos”), en el que exploré la incongruencia subyacente en la práctica quiropráctica basada en la teoría de subluxación [11] . La quiropráctica era (y es) una profesión con la imagen confusa de una especialidad en la espalda capaz de tratar una amplia gama de problemas de salud. A pesar de un sinnúmero de publicaciones quiroprácticas que promocionan la teoría de la subluxación, no pude encontrar ninguna evidencia creíble que respalde las afirmaciones de que una subluxación quiropráctica o una disfunción articular pueden afectar la salud general.
Un estudio realizado por tres quiroprácticos académicos en 2009 concluyó que la teoría de la subluxación quiropráctica es una especulación no respaldada:
No se encontró evidencia que demuestre que la subluxación quiropráctica se asocie con ningún proceso de enfermedad o con la creación de condiciones de salud subóptimas que requieran intervención. Independientemente del atractivo popular, esto deja a la subluxación en el ámbito de la especulación no respaldada. Esta falta de evidencia sugiere que la subluxación no tiene una aplicabilidad clínica válida [12].
En 2014, una declaración de principios sobre educación quiropráctica emitida por la Federación Mundial de Quiropráctica (que representa nueve colegios de quiropráctica europeos, sudafricanos y australianos) informó que la teoría de la subluxación no está respaldada por evidencia:
La enseñanza del complejo de subluxación vertebral como una construcción vitalista que afirma ser la causa de la enfermedad no está respaldada por la evidencia. Su inclusión en un plan de estudios quiropráctico moderno es, por lo tanto, inapropiada e innecesaria, como no sea en un contexto histórico [13].
El uso apropiado de la manipulación espinal como tratamiento para el dolor de espalda puede ser útil en algunos casos, pero la manipulación espinal basada en la teoría de subluxación, que abarca un amplio rango de problemas de salud, puede causar daño al retrasar el tratamiento adecuado basado en un diagnóstico correcto. El riesgo de accidente cerebrovascular causado por una lesión en las arterias cervicales supera cualquier beneficio conocido, cuando la manipulación de la parte superior del cuello se usa como tratamiento para corregir una posible subluxación quiropráctica [14].
La perpetuación de la quiropráctica como un sistema de creencias
Hoy en día, la definición de quiropráctica en los Estados Unidos, aún basada en la teoría de la subluxación, ha cambiado poco. De acuerdo con el paradigma de la Asociación de Colegios de Quiropráctica (en Canadá y EU.), que establece que "la quiropráctica se preocupa por la preservación y restauración de la salud, y presta especial atención a la subluxación", la Junta Nacional de Examinadores de la Quiropráctica define la quiropráctica como una práctica de subluxaciones localizadas:
El enfoque específico de la práctica quiropráctica se conoce como subluxación quiropráctica o disfunción articular. Una subluxación es un problema de salud que se manifiesta en las articulaciones esqueléticas y, a través de complejas relaciones anatómicas y fisiológicas, afecta el sistema nervioso y puede reducir la función, producir discapacidad o enfermedad [15].
La Asociación Estadounidense de Quiropráctica (ACA, por sus siglas en inglés) define la quiropráctica como "una profesión de atención médica que se centra en los trastornos del sistema musculoesquelético y del sistema nervioso, además de los efectos de estos trastornos en la salud general". [16] Esta descripción ambigua no menciona las subluxaciones por su nombre, pero abarca la noción de que afectan a la salud general.
La Asociación Internacional de Quiropráctica (ICA, por sus siglas en inglés), el más pequeño de los dos principales grupos profesionales de quiropráctica con base en Estados Unidos, avala claramente el uso de ajustes espinales basados ??en la teoría de la subluxación. Su sitio web afirma: "ICA está dedicada al crecimiento y desarrollo de la profesión quiropráctica con base en la creencia fundamental del Dr. Palmer en los principios y la filosofía de la quiropráctica como una profesión única, distinta y sin drogas". [17]
Los quiroprácticos están mejor educados hoy en día, y la mayoría de los estudiantes que se matriculan en los colegios de quiropráctica tienen títulos universitarios. Pero, a pesar del aumento de los requisitos educativos para la inscripción en una universidad donde se imparten cursos de quiropráctica y para obtener la licencia para el ejercicio profesional, las leyes estatales y la mayoría de los colegios de quiropráctica siguen aceptando la teoría de la subluxación [18,19]. Sin que exista una presencia mayoritaria de profesionales basados en la ciencia, habrá pocos incentivos para el desarrollo de la quiropráctica como una especialidad basada en las directrices del conocimiento científico.
Identificación de quiroprácticos basados ??en la ciencia
Defino a los quiroprácticos "basados ??en la ciencia" como aquellos que ofrecen cuidados de conservación para afecciones musculoesqueléticas que concuerdan con lo que se conoce sobre anatomía, fisiología, patología y fisioterapia. Se desconoce el número de este tipo de quiroprácticos, pero parece ser una minoría, y pueden ser difíciles de identificar. Un proceso por el cual pudieran recibir un título académico distintivo ayudaría. Sin embargo, no existe una modalidad de este tipo, por lo que seguirá siendo difícil encontrar quiroprácticos debidamente limitados y muchos profesionales médicos continuarán evitando derivar pacientes a quiroprácticos.
Ningún programa de quiropráctica debería ser aceptable dentro de la academia basada en la ciencia, a menos que esté totalmente divorciado de la teoría de la subluxación, lo que requeriría cambios en la misión de los colegios de quiropráctica, así como leyes estatales que ya definen y rigen la práctica quiropráctica. Tales cambios darían lugar a programas similares a los que ya se utilizan para entrenar a los fisioterapeutas. El uso creciente de la manipulación espinal por fisioterapeutas y terapeutas manuales ortopédicos proporciona acceso al uso apropiado de la manipulación espinal para los consumidores que no están dispuestos a o no pueden ubicar a un quiropráctico basado en la ciencia.
Cuando la legislatura del estado de Florida asignó fondos para establecer una facultad de quiropráctica dentro de la Universidad Estatal de Florida (FSU, por sus siglas en inglés) en 2003, la propuesta fue rechazada por los miembros de la facultad y ex-alumnos de la FSU. La teoría de la subluxación quiropráctica, tal como se define en la ley del estado de Florida y en los catálogos de quiropráctica, se consideró no plausible y no científica. La Junta de Gobernadores de Florida, que supervisa las universidades estatales, votó en contra de incluir una facultad de quiropráctica en la FSU [20].
Actualmente, ninguna universidad pública o estatal de los Estados Unidos ofrece un programa de doctorado en quiropráctica. La Universidad de Bridgeport, D'Youville College y la Universidad Keiser, todas ellas instituciones privadas, han incluido programas de grado de quiropráctica en su plan de estudios.
En 2011 una revisión de los catálogos de colegios de quiropráctica encontró que el término "subluxación" todavía se encontraba dentro del plan de estudios de la mayoría de los colegios de quiropráctica de América del Norte. 15 de 18 colegios de quiropráctica mencionaban la subluxación en sus catálogos [20]. La mayoría de los colegios de quiropráctica, guiadas por la teoría de la subluxación, incluyen indicaciones en métodos de tratamiento complementario, pero algunas escuelas "honestas" dependen casi por completo del uso de ajustes espinales como tratamiento para la mayoría de las dolencias. Como instituciones de control privado, la misión de los colegios de quiropráctica puede variar de una institución a otra.
Quiropráctica, medicina alternativa y atención primaria
Tal vez no sea no sea suficiente el que un colegio de quiropráctica abandone la teoría de la subluxación si se propone graduar médicos de atención primaria que usen "métodos de sanación alternativos" o "naturales" como tratamiento para una amplia gama de problemas de salud. Una escuela de quiropráctica que se limite a la instrucción para atender problemas musculoesqueléticos sería ciertamente más aceptable en la atención médica convencional que una escuela dedicada a la teoría de la subluxación o medicina alternativa, o una que combine la filosofía quiropráctica con la terapia manual.
No hay indicios de que la profesión quiropráctica en los Estados Unidos tenga planes de cambiar el rumbo y realizar los cambios necesarios para convertirse en una especialidad o subespecialidad capaz de una relación recíproca con los proveedores de atención médica convencionales. Los quiroprácticos están buscando estatus de médicos de atención primaria para mantener su independencia como alternativa a la atención médica convencional. La Universidad Nacional de Ciencias de la Salud (anteriormente el Colegio Nacional de Quiropráctica), que es una de las mejores escuelas de quiropráctica en los Estados Unidos, no menciona las subluxaciones en su catálogo de quiropráctica. Sin embargo, (a) ofrece títulos en naturopatía, medicina oriental, acupuntura y masajes; (b) se describe como "un líder en el campo creciente de la medicina integral". [21]
Los métodos de curación naturales basados ??en evidencia cómo el ejercicio o la nutrición son esenciales para la buena salud y pueden ser tratamientos efectivos para algunas afecciones, o pueden ser útiles como procedimientos complementarios de amplio alcance, pero no deben combinarse con corrección de subluxación y otros métodos alternativos de curación que impiden la atención médica convencional. La inclusión de prácticas como la homeopatía, la naturopatía, la acupuntura o la medicina funcional en cualquier programa de tratamiento, a menudo bajo el nombre de "medicina integral", debe ser considerada con escepticismo.
En apoyo de la atención quiropráctica como una forma de medicina alternativa que utiliza métodos de curación naturales, la Asociación Estadounidense de Quiropráctica (ACA) reconoce once especialidades quiroprácticas diferentes, que incluyen acupuntura, neurología, ortopedia, trastornos internos y pediatría. El Consejo de la ACA sobre Diagnóstico y Trastornos Internos afirma que los "internistas quiroprácticos" tienen "entrenamiento para diagnosticar un amplio espectro de afecciones, junto con educación para usar opciones de tratamiento naturales" y que "Cada año, más y más pacientes eligen Diplomados de la Junta Estadounidense de Internistas Quiroprácticos, (DABCIs, por sus siglas en inglés) como los primeros médicos que visitan cuando están enfermos o tienen problemas de salud". [22]
La formación especializada en quiropráctica requiere solo 300 horas de trabajo en el aula de posgrado [23]. Esto no se puede comparar con un programa de residencia de tiempo completo en un entorno hospitalario que dura de 3 a 7 años después de la escuela de medicina, antes de que un médico sea candidato para la certificación oficial como especialista. Se requieren entre uno y tres años adicionales de capacitación para el entrenamiento en subespecialidades. Existen más de 120 especialidades y subespecialidades que conforman la práctica médica [24]. Claramente, ninguna especialidad quiropráctica, basada en subluxación o no, se debe considerar como alternativa viable a una especialidad médica certificada por un Consejo. Incluso si los quiroprácticos "especializados" son mejores que los quiroprácticos promedio en el diagnóstico de afecciones médicas, el hecho de que no puedan administrar medicamentos u otras formas comprobadas de tratamiento médico, significa que no podrán tratar a la gran mayoría de las personas con problemas no musculoesqueléticos.
Hacer una elección de carrera informada
Aunque hay algunos buenos quiroprácticos que usan la manipulación espinal adecuadamente y que hacen un buen trabajo en el tratamiento del dolor de cuello y espalda de tipo mecánico, la quiropráctica en general, definida por la teoría de la subluxación, sigue siendo rechazada por la comunidad científica. La fisioterapia, por otro lado, no se cuestiona como una rama de la medicina física basada en la ciencia. Como la fisioterapia a menudo se compara con la quiropráctica, es importante entender la diferencia entre las dos profesiones antes de seleccionar una u otra carrera.
Además del deseo de ayudar a los enfermos y discapacitados, la seguridad financiera debe ser una consideración primordial al elegir una profesión. La profesión quiropráctica, identificada como una forma de medicina alternativa, permanece fuera de la corriente principal de la atención médica y ofrece pocas oportunidades de empleo fuera de la práctica privada. Como resultado, los graduados de las escuelas de quiropráctica tienen tasas de incumplimiento de préstamos estudiantiles mucho más altas que los graduados de otras escuelas que capacitan a profesionales de la salud [25].
Dado el alto nivel de deuda de los préstamos estudiantiles y el alto costo de comenzar una práctica y mantener una oficina, junto con pocas (o ninguna) recomendaciones por parte de otros profesionales de la salud, hace que sea difícil construir una práctica privada de quiropráctica desde cero. Muchos quiroprácticos recién graduados y en dificultades recurren a programas de auto-comercialización ofrecidos por firmas dedicadas a promover prácticas. Una investigación de 2010 reveló que la tasa de deserción de 10 años para los quiroprácticos autorizados en California entre 1992 y 1998 era de 20-25% [26].
La alta tasa de fracasos de los quiroprácticos que ingresan a la práctica privada, enfrentando sospecha y rechazo social por parte de la comunidad científica, puede representar un riesgo que supera la seguridad prometida por los 3 a 4 años de estudios de pregrado y los 4 años de universidad quiropráctica necesarios para soportar una práctica privada. (Algunas universidades quiroprácticas ofrecen un programa de doble titulación con licenciatura y título de Doctor en Quiropráctica para los solicitantes que completen al menos 3 años de estudios de pregrado para obtener un título de Licenciado en Ciencias Biológicas; algunos ofrecen un programa abreviado para un título de DC (Doctor en Quiropráctica), si los solicitantes tienen un título de Licenciado en Ciencias.)
La mayoría de las universidades de quiropráctica requieren 3 años de estudio de pregrado para la admisión; algunos requieren una licenciatura [27]. Algunos estados solicitan un grado de licenciatura más un grado de quiropráctica para expedir la licencia de quiropráctico [28].
Las personas interesadas en estudiar la terapia manipulativa deben considerar tener antes un título de Doctor en Terapia Física (DPT) que permita la interacción con la comunidad científica en la investigación y la realización de la terapia manual, sin el estigma asociado con la quiropráctica. Todos los estados, el Distrito de Columbia y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos permiten el acceso directo a servicios proporcionados por fisioterapeutas, facilitando la práctica privada que se ajusta a la atención médica general, con amplias oportunidades de empleo en hospitales y centros de salud [29].
La mayoría de las escuelas de terapia física requieren un título de pregrado de 4 años, seguido de un programa de 3 años para un título de DPT. Algunas escuelas ofrecen un formato curricular 3 + 3 en el que 3 años de cursos pre-profesionales específicos permitirán la inscripción en un programa de DPT de 3 años [30].
Dado que los requisitos de pregrado para quiropráctica y terapia física son similares, y dado que la calidad educativa y las oportunidades de carrera para los fisioterapeutas son mejores, la mayoría de las personas se benefician eligiendo la terapia física.
Resultado final
Un ajuste quiropráctico de la columna vertebral que afirma restaurar y mantener la salud mediante el ajuste de vértebras específicas para eliminar la interferencia nerviosa no debe equipararse con la manipulación espinal genérica utilizada para aliviar el dolor y restaurar la movilidad. El primero es medicina "alternativa" no probada, la segunda es una modalidad científicamente aceptable.
Los nervios espinales se ven comúnmente afectados por la hernia discal, la osteopatía y las subluxaciones ortopédicas causadas por lesiones o cambios degenerativos, lo que produce síntomas neuro musculoesqueléticos. Pero tales disfunciones segmentarias en la columna vertebral nunca se han asociado con enfermedades orgánicas. La desalineación vertebral causada por desviaciones estructurales es común y generalmente inofensiva. No se ha demostrado que exista una subluxación vertebral quiropráctica que cause problemas de salud, lo que ahora se denomina "complejo de subluxación vertebral".
Los pacientes y proveedores que quieran un buen quiropráctico deben buscar un médico que haya renunciado a la teoría de la subluxación vertebral quiropráctica y que haya decidido limitar la atención al tratamiento de dolores de cuello y espalda de tipo mecánico y problemas músculo-esqueléticos relacionados, ofreciendo manipulación espinal como tratamiento opcional junto con las modalidades de terapia física. Dichos servicios los proporcionan ahorar fisioterapeutas y terapeutas manuales ortopédicos en los departamentos de medicina física y rehabilitación, de manera muy parecida al servicio que yo brindaba cuando publiqué mi libro Bonesetting (Curación de huesos) en 1963.
Si bien la manipulación espinal es una opción aceptable en la medicina física como método para aliviar el dolor y restablecer la movilidad, a menudo ganando tiempo necesario para permitir la recuperación sin el uso de medicamentos, inyecciones o cirugía, los estudios indican que la manipulación espinal puede no ser más efectiva que otras formas de tratamiento físico [31]. Y hay razones para creer que ciertas técnicas manipuladoras de la parte superior del cuello pueden causar apoplejía, al dañar las arterias vertebrobasilares [32]. Sin embargo, puede haber ocasiones en que la manipulación espinal sea el tratamiento de elección para restablecer la movilidad de las articulaciones bloqueadas por espasmos musculares, facetas de unión, adherencias post traumáticas, lesiones del tejido sinovial o cartilaginoso, o por razones aún no determinadas. Muchas personas simplemente disfrutan de un masaje en el que la espalda “les truene”.
Desafortunadamente, el uso apropiado de la manipulación espinal ha sido opacado por la promoción de dicho tratamiento como un método para restablecer y mantener la salud. La cavitación (una explosión producida por una ligera separación de las superficies articulares durante la manipulación) a menudo se interpreta como evidencia de que se ha corregido una subluxación quiropráctica. Esta percepción puede tener un efecto placebo poderoso , dando la falsa impresión de que la manipulación espinal o "ajuste espinal" es un tratamiento efectivo para la dolencia tratada.
Las encuestas indican que el dolor de cuello y el dolor de espalda son las quejas más comunes que enfrentan los quiroprácticos [33]. El dolor de espalda y los problemas musculoesqueléticos son la primera y la segunda causa más común de discapacidad en el mundo [34]. Aunque la mayoría de la gente piensa que los quiroprácticos son "médicos de espalda", parece que la profesión de quiropráctica, en su afán de brindar atención primaria en forma de medicina alternativa, pudo haber perdido la oportunidad de realizar los cambios necesarios para llenar un nicho en la medicina física, como una especialidad conservadora del cuidado de la espalda.
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El Dr. Homola ha expresado su opinión sobre los beneficios del uso apropiado de la manipulación espinal (en oposición al uso de dicho tratamiento basado en la teoría de la subluxación quiropráctica) desde la publicación de su libro Bonesetting, Chiropractic, and Cultism en 1963. Se retiró de la práctica privada en 1998. Sus 15 libros publicados incluyen Inside Chiropractic , publicado por Prometheus Books en 1999.
Este artículo fue publicado oroginalmente en ingles el 15 de marzo de 2018.
Traducción por Brisa Arenas Gómez y Luis Fabián Fuentes Cortés
Revision Samantha McDermott