En octubre de 2007 se presentó un cargo contra la Clínica de Medicina Preventiva (CPM) en Bilthoven, Países Bajos. Esta clínica alberga una mezcla de pequeñas empresas, donde médicos y no médicos ofrecen una gran variedad de tratamientos "alternativos". Una paciente de 50 años con cáncer de mama a quien atendieron en esta clínica fue ingresada en el servicio de urgencias del Centro Médico Universitario de la Universidad Libre de Amsterdam, donde falleció a los pocos días. El médico tratante se negó a firmar un certificado de defunción, porque la paciente había fallecido por una causa no natural. Al parecer, Simoncini la había tratado con inyecciones e infusiones de bicarbonato de sodio en la clínica de Bilthoven. El director médico de la clínica negó cualquier implicación, pero dos reporteros tenaces del periódico holandés de Volkskrant pudieron averiguar lo sucedido. El Ministerio Público y el Servicio de Inspección de Salud de los Países Bajos han abierto una investigación sobre el caso.

Como uno de nosotros (SJJ) habla italiano con fluidez, pudimos buscar extensamente en sitios web italianos para obtener información sobre los antecedentes de Simoncini. Actualmente vive en Roma y lleva 15 años utilizando tratamientos sin fundamento contra el cáncer. Se autodenomina especialista en diabetes y enfermedades metabólicas, pero en 2003 le retiraron la licencia para ejercer la medicina y en 2006 un juez italiano lo condenó por homicidio culposo y estafa. Esto no le ha impedido seguir brindando sus controvertidos tratamientos, no sólo en Italia, sino aparentemente también en el extranjero, por ejemplo en los Países Bajos. Ha apelado su condena, pero no encontramos información sobre el estado de dicha apelación en los sitios web italianos.

Simoncini afirma que el cáncer es "simplemente" una infección (il cancro è un fungo) causada por la Candida albicans, un hongo oportunista. Afirma que este intruso provoca la formación de quistes y una división celular descontrolada en varios órganos, como el hígado y los pulmones. Para eliminar las colonias de hongos, administra bicarbonato de sodio por infusión intravenosa, por vía oral o incluso con catéteres intra-arteriales cerca del sitio del tumor. Simoncini afirma que los tumores se harán más pequeños y, posteriormente, desaparecerán por completo en la mitad de los pacientes así tratados. No ofrece ninguna prueba de esto y nunca ha publicado dato alguno en una revista científica. También afirma que el tratamiento no es peligroso porque el bicarbonato de sodio también se usa en procedimientos médicos estándar. No menciona que este tratamiento se aplica sólo en pacientes con alteraciones definidas del metabolismo de agua y minerales, y bajo una meticulosa supervisión clínica. Las soluciones altamente concentradas que administra en un corto periodo de tiempo pueden alterar el equilibrio mineral del cuerpo y provocar complicaciones graves e incluso fatales.

Basándose en informes periciales de dos médicos, el Servicio de Inspección de Salud de los Países Bajos ha concluido que el tratamiento de Simoncini es peligroso y no debe administrarse. Aquí hay una traducción de su comunicado de prensa:

Noticias del Servicio de Inspección de Salud de los PaísesBajos

4 de febrero de 2008

La administración de bicarbonato de sodio a pacientes con cáncer es peligrosa.

La infusión de bicarbonato de sodio a pacientes vulnerables es peligrosa e ineficaz. Ésta es la conclusión de dos médicos expertos que redactaron informes a petición del Servicio de Inspección de Salud de los Países Bajos (Inspectie voor de Gezondheidszorg, IGZ). El IGZ les pidió asesoramiento cuando, en 2007, una paciente con cáncer murió en el Centro Médico de la Universidad Libre de Amsterdam, después de haber recibido bicarbonato de sodio en una clínica de Bilthoven. Actualmente, la clínica, bajo la presión del IGZ, ha dejado de administrar esta terapia y no la reiniciará. Mientras tanto, no se ha establecido firmemente que la paciente haya fallecido como consecuencia de la administración de bicarbonato de sodio. El Ministerio Público sigue investigando este asunto.



Basándose en el informe pericial, el IGZ ha llegado, en primer lugar, a la conclusión de que no existen datos científicos que justifiquen la administración de bicarbonato de sodio a pacientes con cáncer por otras indicaciones distintas a las descritas en la información de prescripción oficial. No existe ninguna prueba científica que demuestre que esta terapia cure o pueda ralentizar su progreso.

El IGZ concluye que la administración de bicarbonato de sodio incluso presenta riesgos para pacientes con presión arterial alta, pacientes con enfermedades pulmonares, cardiacas o renales y para pacientes con cáncer. Éste es sin duda el caso si no se controlan diariamente ciertos niveles sanguíneos específicos antes, durante y después del tratamiento. El equilibrio del cuerpo se puede alterar por completo cuando se administran grandes cantidades. En pacientes gravemente enfermos, esto puede provocar daño a los órganos. En las personas enfermas, de hecho, la atención médica es irresponsable si se administra este producto sin control.

Dados estos riesgos, y debido a que no existe una base científica para la efectividad del bicarbonato de sodio, aparte de las indicaciones registradas, el IGZ concluye que los médicos no deben aplicar este tratamiento. Si los médicos lo administran, pese a esta advertencia y/o si el IGZ recibe denuncias, naturalmente se investigarán los casos, y las consideraciones antes mencionadas tendrán un papel importante. La IGZ no dudará en informar al Consejo Médico Disciplinario.

Información adicional

Este artículo es una versión modificada de un artículo publicado originalmente en holandés el 17 de noviembre de 2007 por la Vereniging tegen de Kwakzalverij (Asociación holandesa contra la charlatanería). El Dr. Koene es profesor emérito de nefrología en la Universidad de Nijmegen, Países Bajos. Josephus Jitta es profesora asistente de adquisición del idioma italiano en la Universidad de Amsterdam. Ambos son miembros de la junta directiva de la Asociación.

Por Rob Koene, MD, Ph. D., 13 de diciembre de 2008 , publicado originalmente en QuackWatch;
Be Wary of Simoncini Cancer Therapy
Esta página fue revisada el 13 de diciembre de 2008.

Con autorización de QuackWatch

Traducción : Samantha McDermoth
Revisión: Javier Delgado