Articulo original en ingles por Edzard Ernst
Traducción de Eduardo Hidalgo. Publicado con permiso del autor.

 En 1790, [Samuel] Hahnemann estaba traduciendo el Tratado en materia médica del médico escocés [William] Cullen, cuando dio con un pasaje en donde Cullen explica las acciones de la corteza peruana (o china [Cinchona officinalis]), que contiene quinina, un eficaz tratamiento para la malaria. Hahnemann no estaba de acuerdo con la explicación de Cullen de que la cinchona trabaja por medio de “un efecto tónico en el estómago”, y decidió conducir sus propios experimentos, para demostrar que Cullen se equivocaba.

Para ello Hahnemann ingirió altas dosis de cinchona y notó que subsecuentemente desarrollaba varios de los síntomas característicos de la malaria. Hahnemann posteriormente describiría su experiencia de esta manera:

Tomé por varios días, como experimento, cuatro dracmas de buena china al día. Al principio se me enfriaron los pies y las puntas de los dedos, etc; me puse lánguido y soñoliento; mi pulso se hizo más fuerte y rápido; ansiedad y temblor intolerables (pero sin rigidez); todas las extremidades temblorosas; luego, pulsaciones en la cabeza, enrojecimiento en las mejillas, sed; brevemente, todos esos síntomas, que para mí son típicos de la fiebre intermitente, como la estupefacción de los sentidos, una especie de rigidez de todas las articulaciones, pero sobre todo la desagradable sensación de entumecimiento que parece asentarse en el periostio sobre todos los huesos del cuerpo – todos hicieron acto de presencia. Este paroxismo duraba dos o tres horas cada ocasión, y era recurrente al repetir la dosis y no de otra forma. Descontinué el medicamento y volví  a estar bien de salud.

Hahnemann repitió este experimento varias veces y acabó por concluir que había descubierto algo de gran importancia general: parecía existir una similitud entre los síntomas de una enfermedad y los síntomas provocados por la droga que es efectiva en el tratamiento de esa misma enfermedad.

Después de varios experimentos más, Hahnemann quedó convencido de que en realidad había descubierto una ley de la naturaleza: similia similibus currentur (que a menudo se traduce como ‘lo semejante cura lo semejante’, pero que en realidad significa ‘lo similar debería ser curado con lo similar’). Esto se convirtió en la base de la homeopatía y es, de hecho, su definición.

En 1796, Hahnemann publicó su teoría en un artículo titulado ‘Ensayo sobre un nuevo principio’. En 1806 escribió un tratado más detallado: La medicina de la experiencia y, en 1810, apareció la primera edición de su obra magna: El organón. Hahnemann continuó revisando su ‘Órganon’ por el resto de su larga vida y este tuvo un total de seis ediciones (la última fue publicada mucho después de la muerte de su autor).

Desde los días de Hahnemann se han llevado a cabo varios intentos por reproducir su experimento con la quinina. Los resultados de las más rigurosas réplicas no han podido confirmar los hallazgos originales de Hahnemann: ni la corteza de la cinchona ni su ingrediente principal, la quinina, producen síntomas de malaria en individuos sanos.

¿Y cuál es la explicación?

La dosis que Hahnemann tomó contenía entre 400 y 500 miligramos de quinina. Después de ingerirla se sentía lánguido y somnoliento (hipotensión); notó palpitaciones (taquicardia ventricular), pulsaciones en la cabeza (dolor de cabeza), enrojecimiento en las mejillas (eritema), postración de las extremidades (debilidad general), sed (fiebre) y dedos y pies fríos y temblorosos, lo que es indicativo de una reacción alérgica. Las capacidades de (auto) observación de Hahnemann son de admirarse. Desafortunadamente, su habilidad para interpretarlas correctamente fue, al menos en este caso particular, imperfecta.

La causa más probable de sus síntomas es, de acuerdo con muchos expertos que han analizado el caso detalladamente, una reacción alérgica a la quinina. Hahnemann describió sus síntomas con precisión, sin embargo erró en su interpretación del caso.

Si esta conclusión es correcta – y no dudo mucho que lo sea – la suposición primordial de la homeopatía, la noción en la que se fundamenta toda la escuela homeopática, se basa en un malentendido.


Artículo original, en inglés:
The prime assumption of homeopathy is based on… a misunderstanding,

DR 2015 por Edzard Ernst
Traducción .LALO HIDALGO G MIÉRCOLES, 13 DE ENERO DE 2016
Reproducido con autorización del autor.